5 de cada 10 mujeres que utilizan plataformas digitales en su trabajo han sido víctimas de agresiones en línea

Según el Observatorio para la Equidad de las Mujeres (de la Universidad Icesi y la Fundación WWB Colombia) y el Centro Internacional para la Empresa Privada más de la mitad de las mujeres en el país que utilizan plataformas como WhatsApp, Instagram, Facebook o correo electrónico para asuntos laborales ha sufrido de violencia de género.

Para llegar a esta conclusión, los investigadores revisaron los casos de cerca de 500 mujeres empresarias, trabajadoras y políticas en Cali, Medellín y Bogotá durante los últimos dos años.

Según afirma Natalia Escobar, investigadora del Observatorio para la Equidad de las Mujeres, “las estimaciones de la ONU para Europa dicen que el 23 % de las mujeres han experimentado violencia de género en el ámbito digital. Sin embargo, nuestra encuesta revela que, en las ciudades tenidas en cuenta, este porcentaje asciende al 53 %. Las cifras son preocupantes y necesitamos atención.”

La violencia de género en entornos digitales se manifiesta de diversas maneras, tales como el ciberacoso, la difusión no consentida de imágenes íntimas y la suplantación de identidad.

Estas acciones no solo afectan la reputación profesional de las víctimas, sino que generan un impacto emocional severo con sentimientos de ansiedad, estrés y depresión como las secuelas más frecuentes.

La investigación tipificó tres tipos de agresores anónimos: aquellos que envían contenido audiovisual sexual no solicitado, los que hacen propuestas inapropiadas con un “síndrome de proveedor” buscando que las mujeres sean sus parejas permanentes a cambio de mantenerlas económicamente y los que invalidan sus conocimientos debido a su género, además de ejercer violencia estética criticando su apariencia física.

Otro de los hallazgos más alarmantes es que, en muchos casos, los agresores son superiores jerárquicos, compañeros de trabajo o incluso seguidores en redes sociales que aprovechan el anonimato o su posición de poder para desacreditar a las víctimas.

Además, el 72 % de las agresiones digitales se extienden al ámbito físico o laboral, generando un ambiente hostil e inseguro.

El relato de Juana, diseñadora gráfica, es un ejemplo de esto último: “Un colega que tiene autoridad dentro de la organización me empezó a llamar ‘bonita’, ‘hermosa’… y aunque me sentía incómoda, no lo veía raro en ese momento. Cuando le dije que tenía novio empezó a cambiar, se enojaba, me hacía pataletas y me reclamaba atención”, cuenta.

“Me hackearon la cuenta, crearon una cuenta falsa con mis fotos y me crearon una cuenta de OnlyFans. Escribí mil veces a Instagram, nunca respondieron… Instagram era mi plataforma de trabajo, como lo es para muchas otras mujeres”.

Este es el relato de Marcela*, directiva de una fundación en Colombia, que también fue víctima de violencia de género en plataformas digitales.

De acuerdo con la investigadora Escobar, es fundamental que las empresas desarrollen protocolos claros de atención para las violencias de género, especialmente en los entornos digitales, “pues estas requieren un abordaje especializado que incluya perspectivas interseccionales. Por eso desarrollamos dos autotest gratuitos para trabajadoras y organizaciones, con los que pueden identificar el nivel de riesgo en entornos digitales y fortalecer políticas internas de prevención y atención. Estas herramientas están en nuestra página web www.oemcolombia.com”.

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