Cali, junio 5 de 2025. Actualizado: jueves, junio 5, 2025 21:51

Señales mixtas en el frente externo colombiano

Déficit en cuenta corriente se amplía

Déficit en cuenta corriente se amplía
Foto: IA
miércoles 4 de junio, 2025

Colombia inició el segundo trimestre de 2025 con un entorno económico marcado por contrastes.

Por un lado, el consumo interno muestra señales de vigor, sostenido por la recuperación del empleo, la resiliencia del gasto de los hogares y un agro que sigue creciendo.

Por otro, el frente externo empieza a mostrar deterioros: el déficit en cuenta corriente se amplió y las expectativas para el resto del año sugieren que los riesgos globales podrían acentuar esta tendencia.

De acuerdo con el boletín de análisis semanal de Itaú, el Banco de la República publicará esta semana los resultados de la balanza de pagos del primer trimestre de 2025 (1T25), y se anticipa un déficit por cuenta corriente de USD 2.726 millones, equivalente al 2,6% del PIB.

Esta cifra representa un deterioro frente al déficit registrado en el cuarto trimestre de 2024 (USD 2.240 millones; 2,1% del PIB), y en términos netos, es un aumento de USD 785 millones en solo tres meses.

Este resultado obedece principalmente al aumento de las importaciones y al fortalecimiento de la demanda interna, lo cual genera una presión creciente sobre la balanza comercial.

Aunque la dinámica de las remesas se mantiene favorable —especialmente por el desempeño laboral de los migrantes colombianos en Estados Unidos y España—, no ha sido suficiente para compensar el mayor déficit comercial.

Consumo dinámico, pero con señales de sobrecalentamiento

El informe de Itaú explica que el aumento de las importaciones está estrechamente vinculado con la fortaleza del consumo privado.

La recuperación progresiva de la demanda interna, apalancada por la reducción de tasas de interés y una inflación que aunque persiste, ha disminuido respecto a los picos de 2023, está reactivando el gasto de los hogares en bienes de consumo duradero, tecnología y alimentos procesados.

En paralelo, el crédito al consumo ha comenzado a repuntar, especialmente en sectores urbanos con acceso a financiación formal.

Esto está generando un mayor apetito importador, lo cual impacta directamente el saldo comercial negativo del país.

Déficit en cuenta corriente se amplía

EE.UU. mantiene empleo firme: doble filo para Colombia

El comportamiento de la economía estadounidense, principal socio comercial de Colombia, añade otra capa de complejidad.

Según el informe de Itaú, el mercado laboral de EE.UU. continúa mostrando signos de resiliencia.

Para mayo, se espera una creación de 145.000 nuevos empleos no agrícolas y una tasa de desempleo estable en 4,2%. Este desempeño se suma al crecimiento observado en abril, cuando se generaron 177.000 nuevos puestos de trabajo.

Esta fortaleza es una buena noticia para las remesas —que han alcanzado niveles históricos cercanos a los USD 11.000 millones anuales—, pero también implica una política monetaria más contractiva por parte de la Reserva Federal, lo que puede afectar el costo de financiamiento externo de países emergentes como Colombia y generar presión sobre el tipo de cambio.

Cuenta corriente e inversión extranjera: brechas que persisten

Uno de los indicadores más relevantes en este contexto es la relación entre el déficit en cuenta corriente y la inversión extranjera directa (IED).

En los últimos trimestres, Colombia ha logrado financiar buena parte de su déficit externo con flujos estables de IED, concentrados en sectores como energía, minería y tecnología.

Sin embargo, Itaú advierte que esa cobertura podría debilitarse si el entorno internacional se vuelve más restrictivo o si las señales internas —como el debate sobre reformas estructurales y el cumplimiento de la regla fiscal— deterioran la confianza inversionista.

Si la IED cae, el país tendría que recurrir a financiamiento de portafolio o reservas, lo cual puede aumentar la vulnerabilidad macroeconómica.

Riesgos fiscales y credibilidad macroeconómica en juego

La ampliación del déficit en cuenta corriente se produce en un momento de tensión fiscal para el Gobierno Nacional.

El Marco Fiscal de Mediano Plazo, que se presentará este mes, anticipa un déficit de hasta el 7,4% del PIB, muy por encima del límite establecido por la Regla Fiscal.

Esta combinación de desequilibrios interno y externo puede deteriorar la percepción de riesgo país, afectar la calificación crediticia y encarecer el acceso a deuda externa.

Los analistas advierten que el Gobierno deberá enviar señales claras de disciplina fiscal y política monetaria coordinada si quiere mantener ancladas las expectativas de inflación, tipo de cambio y crecimiento.

Perspectiva: crecimiento sí, pero con frentes vulnerables

En conclusión, Colombia enfrenta un segundo trimestre con crecimiento sostenido, pero con vulnerabilidades crecientes.

El déficit de cuenta corriente refleja una economía que se reactiva desde el consumo, pero que aún no logra consolidar una base productiva exportadora suficiente para equilibrar el frente externo.

El mercado laboral en EE.UU. seguirá siendo un factor clave, al tiempo que las decisiones internas sobre reformas, inversión y deuda determinarán el margen de maniobra fiscal para lo que resta del año.

El país necesita avanzar en una agenda que combine crecimiento con estabilidad: exportar más, atraer IED en sectores estratégicos y mantener la confianza de los mercados.

De lo contrario, el déficit externo podría convertirse en el talón de Aquiles de una recuperación aún frágil.


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