Cali, abril 27 de 2024. Actualizado: viernes, abril 26, 2024 23:21

Transformando la economía desde la equidad

El papel de las mujeres en las cadenas de valor

El papel de las mujeres en las cadenas de valor
Foto: Corewoman
jueves 28 de marzo, 2024

El incremento de la participación laboral femenina en América Latina ha reducido la pobreza extrema en un 30%, resaltando su papel crucial en el crecimiento económico regional.

Sin embargo, en Colombia, las brechas de género en el mercado laboral provocan una pérdida anual del 11% del PIB.

Las mujeres colombianas enfrentan desafíos en la participación económica y agrícola debido al acceso limitado a recursos como la tierra y el crédito.

El laboratorio de innovación Corewoman realizó el evento “Cadenas de valor con equidad: Una apuesta innovadora del sector privado para fomentar la igualdad de género”, que sirve como un catalizador para empresas y gremios, motivándolos a adoptar y promover prácticas de equidad de género dentro de sus operaciones y cadenas de valor, con el fin de lograr un impacto sostenible y de largo plazo.

Durante el evento se firmó un Pacto por la equidad con Asocaña, Asohofrucol, Fedecacao, Fedepanela, Incauca, Racafe, Mineros y Zona Franca del Cauca.

Hablamos con Susana Martínez, co-fundadora y directora ejecutiva de Corewoman, para entender el alcance del pacto que se firmó en Cali con gremios y el trabajo que se adelanta sobre equidad de género en la cadena de valor:

¿En qué consiste el proyecto sobre equidad de género en las cadenas de valor y su objetivo principal?

Lo que nosotros queremos resaltar es la importancia de la inclusión de género en las cadenas de valor.

Una empresa, no solamente tiene empleados y empleadas, sino que también compra a otras empresas y a su vez esas empresas compran a otras y lo que nosotros buscamos no es sólo quedarnos en la equidad de género al interior de las organizaciones sino que miren más allá.

Por ejemplo ¿A quién le están comprando? ¿Le están comprando a empresas propiedad de mujeres?

¿Qué dicen las estadísticas?

Las estadísticas nos dicen, por ejemplo, que en el sector minero solamente el tres por ciento de la proveeduría es de mujeres y el tema es mucho más grave en agricultura ya que no solo no le compramos mucho a las empresas de mujeres, sino que también hay pocas mujeres involucradas en la cadena de valor.

¿Cómo está Colombia en el tema?

Colombia está en pañales.

Muy pocas empresas multinacionales y que tengan indicadores o certificaciones internacionales están haciendo algo por promover la equidad de género en la cadena de valor entonces gran parte del ejercicio que estamos haciendo con las empresas en este proyecto es pues primero hacer un diagnóstico, cómo estamos en proveeduría y en la organización entonces también trabajar por tener un comité de género, por tener una política de género que después se va a ver traducida en las políticas de compras inclusivas porque la evidencia también nos dice que la mayor parte de las compras de las grandes empresas son hechas a empresas de hombres.

Esto es particularmente cierto en industrias masculinizadas como la minería y la agricultura donde solo de un 3 a un 15% de las compras de las grandes empresas se hacen a empresas propiedad de mujeres.

¿Es decir que hay que ver que la equidad de género va mucho más allá de lo que siempre se ha pensado?

Así es, va más allá de pensar en la igualdad salarial dentro de la empresa o de las políticas de flexibilidad sino que eso también se vea traducido en las compras.

La evidencia nos dice que el tema de agricultura es particularmente complejo porque cada cadena de cada producto es diferente.

Si hablamos de cacao, por ejemplo, se habla mucho de una agricultura familiar, es la familia en la que está involucrada en el cultivo.

Allí se saca a la mujer del cuidado de los hijos y del hogar por eso tratamos de concientizar a las empresas anclas y a los gremios en agronegocios del rol de la mujer en la agricultura, así ella no se auto reconozca pero es necesario sensibilizar sobre el tema con nuestra asistencia técnica para que reconozcan a las mujeres, para que las entrenen, para que puedan tener acceso a la misma formación.

¿Qué más se refleja en los estudios?

Hemos aprendido que parte de la falta de equidad en esas cadenas puede estar relacionadas a los sesgos de las personas que contratan, por ejemplo en algunos estudios nos han dicho no contratamos mujeres porque el capataz se trae a todos los hombres que pueden cargar 40 kilos en un bulto y nosotros respondemos es que en Colombia está prohibido cargar 40 kilos, eso no lo puedo hacer un hombre y el máximo permitido es 25 kilos porque no es un tema de género es un tema de fuerza, de índice de masa corporal.

¿Hay muchos preconceptos?

Así es.

Hemos aprendido en estudios que ese problema de la falta de inclusión de mujeres en la cadena no es solamente la falta de políticas en las empresas, en este caso de Agro business, sino también muchos preconceptos, muchos estereotipos, muchos conceptos contra las mujeres en los diferentes eslabones de la cadena de valor como que las mujeres no pueden cargar, no pueden empacar, no pueden manejar un camión cuando sabemos que por ejemplo en Arcos, que ha trabajado muchísimo en temas de equidad de género, se ha logrado tener un gran número de mujeres conductoras de los camiones.

¿Qué otros desafíos enfrentan las mujeres en el sector rural?

Un tema es la falta de autorreconocimiento, cuando hablamos con ellas dicen: “no, yo estoy ama de casa” y preguntamos ¿Qué haces? Cuido a los niños, a las gallinas, a las matas de cacao y hago todo, entonces termina uno enterándose que ella no se reconoce como productora pero sí es productora.

Un paso es trabajar en este auto reconocimiento y como hay tantos estereotipos en la cadena, muchas personas que podrían contratarlas o formarlas, no lo están haciendo porque piensan que son amas de casa.

En América Central estamos trabajando en temas de cambio climático y lo que nos dice la evidencia es que cuando las mujeres productoras rurales se les entrena en, por ejemplo, cambios de prácticas sostenibles

las mujeres tienen mayor probabilidad que los hombres de adoptar ese tipo de nuevas tecnologías.

¿Se trata solo de incluirlas o va más allá?

El problema no es solo incluirlas, también cuando se incluye se busca garantizar su empoderamiento y su bienestar.

Hay estudios que muestran que cuando las mujeres se exponen a un químico que se utiliza en las flores pueden quedar infértiles, entonces estamos hablando no solo de inclusión, sino que este tipo de actividades no afecte su desarrollo, no las sobrecargue más, no afecten su ya escaso tiempo para dormir debido a las múltiples ocupaciones como mamá, cuidadoras jefes del hogar y de la finca y de las matas y de todo, sino y también en la absorción de químicos que podrían estar afectando.

Firmaron un pacto de equidad en la cadena de valor con gremios ¿Cuál será el acompañamiento?

Vamos a hacer formaciones y acompañamientos en ciertas áreas según su propio interés y según lo que arroje el diagnóstico, las prioridades, el momento y el nivel de madurez de cada empresa porque cada gremio es diferente.

Tenemos que trabajar en nuestra política de equidad de género para tener los cimientos fuertes, seguramente el impacto se puede ver un poco más adelante, pero si estamos abriendo puertas para impactar mujeres.

El hecho de que estos gremios y estas empresas se hayan comprometido hayan trabajado con nosotros durante tantos meses y estén cambiando sus políticas de proveeduría o estar pensando en cambiarlas, es un gran avance que va a permitir que más mujeres le vendan sus productos a las grandes empresas y que los programas de responsabilidad social puedan diseñar programas con enfoque de género real no programas empaquetados para mujeres que fueron diseñados para hombres.

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