Gremios de la región firmaron pacto por cadenas de valor con equidad

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miércoles 13 de marzo, 2024

Una apuesta innovadora del sector privado para fomentar la igualdad de género, Asocaña, Asohofrucol, Fedecacao, Fedepanela, Incauca, Racafe, Mineros y Zona Franca del Cauca firmaron el día de ayer el Pacto por la equidad de género en las cadenas de valor. Una apuesta de Corewoman apoyada por la Usaid.

De acuerdo a las cifras entregadas por Corewoman, el incremento de la participación laboral femenina en América Latina ha reducido la pobreza extrema en un 30%, resaltando su papel crucial en el crecimiento económico regional.

Sin embargo, en Colombia, las brechas de género en el mercado laboral provocan una pérdida anual del 11% del PIB.

Las mujeres colombianas enfrentan desafíos en la participación económica y agrícola debido al acceso limitado a recursos como la tierra y el crédito.

Es por esto que el laboratorio de innovación Corewoman realizó el evento “Cadenas de valor con equidad: Una apuesta innovadora del sector privado para fomentar la igualdad de género”, que servirá como un catalizador para empresas y gremios, motivándolos a adoptar y promover prácticas de equidad de género dentro de sus operaciones y cadenas de valor, con el fin de lograr un impacto sostenible y de largo plazo.

“Las mujeres enfrentan obstáculos para acceder a roles de liderazgo y a recursos como tierra y crédito, lo que limita su participación económica plena. Esta situación no solo afecta el bienestar de las mujeres, sino que también representa una pérdida para toda la sociedad al desaprovechar su potencial. Abordar esta inequidad es fundamental para lograr un desarrollo equitativo en Colombia” explicó Susana Martínez, directora ejecutiva de Corewoman.

Y es que aunque hay un creciente interés de las organizaciones en mejorar las condiciones laborales, de contratación y liderazgo, especialmente en entornos dominados por hombres, se deben abordar otras áreas descuidadas, como el trabajo con proveedores y comunidades, para garantizar la equidad en todas las etapas de las cadenas de valor.

Este compromiso no solo es ético, sino que también ofrece beneficios económicos, como sellos internacionales y cumplimiento de procedimientos de debida diligencia para acceder a mercados más sofisticados.

Esta iniciativa hace parte del proyecto “Fortalecimiento de la equidad de género en las organizaciones y la participación de las mujeres en las cadenas de valor en municipios del Programa de Desarrollo con Enfoque Territorial – PDET priorizados”, posible gracias al apoyo del Programa Generando Equidad de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).

¿Qué son las cadenas de valor inclusivas de género?

El concepto de cadenas de valor inclusivas al género se refiere a sistemas que generan oportunidades equitativas y promueven el empoderamiento económico de las mujeres. Esto implica:

– Identificar y abordar barreras de género, incluyendo normas sociales, cargas de trabajo no remuneradas y falta de acceso a recursos.

– Empoderar a las mujeres para tomar decisiones sobre recursos y participar en la producción y comercialización.

– Fomentar la participación de las mujeres en redes y posiciones de liderazgo.

– Promover comportamientos y actitudes que reduzcan la violencia y la discriminación de género.

– Respetar los derechos laborales de las mujeres en toda la cadena.

– Garantizar una distribución equitativa de los beneficios económicos y sociales.

Desafíos de la mujer rural en Colombia

Los datos evidencian una necesidad urgente de acción, especialmente en el sector rural de Colombia.

La participación femenina en la toma de decisiones dentro de las Unidades Productivas Agropecuarias apenas alcanza el 38,6%, en marcado contraste con el 74% de hombres que participan en estas decisiones.

Además, el acceso al crédito, vital para mejorar las condiciones de vida y adquirir tecnología, sigue siendo limitado para las mujeres rurales, con solo el 36,4% de los créditos de fomento agropecuario destinados a ellas.

Estas cifras subrayan la necesidad imperante de políticas y programas que promuevan la equidad de género y la inclusión económica en las áreas rurales de Colombia.

En la ruralidad, las mujeres han sido históricamente invisibilizadas a pesar de desempeñar roles clave en las cadenas de valor, principalmente como trabajadoras y responsables del trabajo doméstico y de cuidado.

A menudo, solo se destaca el papel del campesino hombre, lo que se refleja en una comunicación y lenguaje altamente masculinizado, sin inclusión de imágenes o referencias femeninas.

En este sentido, estrategias que garanticen la sostenibilidad de las apuestas productivas de las mujeres rurales a través en cadenas de valor que reconocen sus necesidades específicas puede fomentar el desarrollo rural, la reducción de la pobreza intergeneracional y promover su empoderamiento económico.

“Una formación y asistencia técnica adecuadas pueden derribar barreras significativas. La integración de mujeres en las cadenas de valor agrícolas no solo brinda oportunidades de ingresos y empleo más estables, sino que también puede contribuir a profundizar las desigualdades si no se aborda desde una perspectiva de género. Aunque las mujeres muestran una mayor disposición para adoptar prácticas sostenibles, lamentablemente, a menudo se ven limitadas por la falta de tiempo y recursos”, explica Susana Martínez Restrepo, Co-fundadora y Directora Ejecutiva de Corewoman y CEO de CWTech.

La igualdad de género no solo es un derecho humano fundamental, sino una base necesaria para un mundo pacífico, próspero y sostenible.

Actuar para eliminar las barreras de género en el mercado laboral y en las cadenas de valor, permite agregar billones al PIB mundial y avanzar significativamente hacia la reducción de la pobreza y la promoción del empoderamiento femenino.

Además, una participación más activa de las mujeres puede reflejarse en una despensa alimentaria mucho más diversa y saludable que impacta directamente en sus familias.