Precios de alimentos vuelven a subir

La inflación de alimentos en Colombia habría aumentado 0,47 % mensual en septiembre, alcanzando una variación anual del 6,48 %, según el más reciente Monitor de precios de bienes básicos de Bancolombia.

El reporte, elaborado por el Grupo Cibest y la Dirección de Investigaciones Económicas, Sectoriales y de Mercado, evidencia que el repunte responde principalmente al encarecimiento de las proteínas animales y a un nuevo ciclo de lluvias intensas que podría alterar la producción agropecuaria en el cuarto trimestre del año.

Las carnes lideran las alzas

El informe destaca que las carnes preparadas fueron las que más presionaron el indicador, con un incremento de 1,1 % mensual, seguidas por la carne de res (0,79 %) y la de aves (0,67 %).

En contraste, la carne de cerdo fue el único rubro que mostró una reducción, con una caída del 0,7 %, atribuida a una mayor oferta interna y a menores costos internacionales de alimento concentrado.

“En septiembre observamos un nuevo impulso en las proteínas, especialmente en carne de res y aves, que tienden a trasladarse rápidamente al IPC general por su alto peso en la canasta básica”, señala el documento.

Este comportamiento es clave en un contexto en el que el consumo de alimentos sigue siendo el principal motor de la inflación.

Las variaciones en los precios de proteína afectan no solo a los hogares de bajos ingresos —donde representan una proporción importante del gasto— sino también al costo de los servicios de alimentación y comidas fuera del hogar.

Frutas al alza y hortalizas a la baja

En contraste con las proteínas, las frutas frescas mostraron una aceleración de precios, lideradas por las naranjas (+7,7 %), moras (+1,9 %) y bananos (+0,5 %).

En el lado opuesto, productos clave de la canasta básica como la cebolla (-1,6 %), la papa (-1,4 %) y las legumbres secas (-0,7 %) registraron descensos moderados.

La mezcla de incrementos y reducciones refleja un comportamiento estacional de los precios agrícolas, en el que las condiciones climáticas y la disponibilidad regional de cosechas marcan diferencias notables entre productos.

“Los alimentos perecederos muestran un aumento promedio del 0,7 % mensual (7,18 % anual), mientras que los procesados presentan un incremento del 0,4 % mensual (6,27 % anual)”, precisa el reporte.

La Niña podría intensificarse

El análisis de Bancolombia advierte un factor de riesgo adicional: el pronóstico climático ENSO (SST3.4) indica una intensificación del fenómeno de La Niña en el último trimestre de 2025, con un régimen de lluvias entre moderado y fuerte (valores entre -0,5 y -1,0).

Este escenario supera las proyecciones anteriores y es el más acentuado de los últimos seis meses.

El monitoreo muestra que los precios de alimentos procesados y perecederos siguen superando ampliamente la meta de inflación del Banco de la República (3 %).

Aunque las variaciones anuales se han moderado respecto a los picos de 2023, la persistencia en niveles cercanos al 6,5 % anual mantiene presiones sobre la inflación total.

“Con esta información, la inflación de alimentos en septiembre se ubicaría en 0,47 % mensual, correspondiente a una variación anual de 6,48 %”, estima la entidad.

Este comportamiento limita el margen de maniobra del Banco de la República para continuar reduciendo la tasa de interés, pues los precios de alimentos son uno de los principales determinantes de las expectativas inflacionarias y del consumo de los hogares.

Un desafío de oferta y clima

El informe de Bancolombia señala que el país enfrenta un equilibrio frágil entre los avances en productividad agrícola y la vulnerabilidad ante los factores climáticos.

La dependencia de cultivos sensibles a la lluvia, la fragmentación logística y el incremento de los costos de transporte rural siguen siendo los principales cuellos de botella para estabilizar los precios de alimentos.

A nivel regional, el aumento en los precios de las proteínas y frutas podría afectar de manera diferenciada a las zonas urbanas de menor ingreso, mientras que los descensos en cebolla y papa alivian parcialmente los costos en ciudades del altiplano.

Perspectivas hacia fin de año

Con base en los indicadores actuales, el banco prevé que la inflación de alimentos se mantendrá por encima del 6 % durante el resto del año, impulsada por los efectos de La Niña y la volatilidad de los perecederos.

Para el cierre de 2025, la entidad proyecta un entorno mixto: “Aunque los alimentos procesados tienden a estabilizarse, la mayor incidencia de lluvias podría revertir parte del alivio observado en los últimos meses”, concluye el informe.

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