Cali, diciembre 11 de 2025. Actualizado: miércoles, diciembre 10, 2025 22:57
Colombia reduce la informalidad, pero enfrenta un fenómeno crítico
La “formalidad intermitente” debilita el sistema pensional
Colombia alcanzó en 2025 uno de los niveles de formalidad laboral más altos de su historia reciente: 55,1%, una mejora de más de 8 puntos porcentuales frente a 2015.
Sin embargo, esta noticia positiva esconde una tendencia que preocupa a los analistas: el auge de empleos formales inestables, con cotizaciones discontinuas que ponen en riesgo la sostenibilidad del sistema pensional y la protección social de los trabajadores.
Esta fue una de las principales conclusiones del Seminario de Informalidad, realizado por Anif, Asofondos y Asocajas, donde se evidenció que la caída de la informalidad no se traduce automáticamente en mayor seguridad económica para los hogares.
Por el contrario, la creciente brecha entre afiliados activos e inactivos al sistema pensional indica que la formalización está ocurriendo bajo esquemas de empleo temporal, rotación acelerada y menor densidad de aportes.
Más formalidad, menos continuidad en las cotizaciones
El informe señala que, aunque más colombianos están afiliados al sistema, no todos están cotizando de manera regular.
A septiembre de 2025, había 13,6 millones de inactivos frente a 12,7 millones de afiliados activos, lo que significa que por cada cotizante hay más de un afiliado que no está realizando aportes.
Esta brecha, ilustrada en el gráfico de la página 1, se ha profundizado desde 2023 y muestra un mercado laboral con vínculos crecientemente intermitentes.
La dinámica es clara: muchos trabajadores entran a la formalidad, pero la abandonan meses después para pasar a la informalidad o incluso al desempleo.
Este ir y venir afecta la continuidad del ahorro pensional y reduce la probabilidad de acceder a una pensión futura.
Un empleo formal que no garantiza protección
Aunque el 82% de los afiliados activos cotiza con regularidad, esta proporción permanece estancada desde 2024. El resultado es una formalidad estadística, pero no estructural.
Según el informe:
- La formalización avanza más rápido en número de afiliaciones que en estabilidad laboral.
- El aumento del empleo formal no se traduce en períodos de cotización suficientes para asegurar pensiones adecuadas.
- La intermitencia de aportes amplía las brechas de cobertura y profundiza la vulnerabilidad en la vejez.
- En otras palabras, la formalidad colombiana no está logrando consolidar trayectorias laborales sostenidas, sino trayectorias fragmentadas.
- Un reto para la política pública: no basta con reducir la informalidad
El análisis de Anif subraya que, aunque los avances son significativos, la política laboral enfrenta un desafío mayor: garantizar que la formalidad sea estable, continua y protectora.
El país necesita replantear su enfoque:
- No basta con que más personas tengan un contrato formal momentáneo.
- Es indispensable que puedan cotizar mes a mes, sin interrupciones, para garantizar ingresos en la vejez.
- La informalidad que queda es más difícil de combatir, y la nueva formalidad es menos robusta.
El documento concluye con un mensaje contundente: la formalidad intermitente erosiona la sostenibilidad del sistema pensional y limita la capacidad del país para construir un mercado laboral verdaderamente inclusivo.
Un llamado a fortalecer la calidad del empleo
El informe plantea una tarea urgente para el Gobierno y el sector privado: avanzar en mecanismos que aseguren estabilidad laboral, incentivos a la cotización y reducción de la volatilidad en los ingresos de los trabajadores formales.
Sin resolver esta intermitencia, Colombia podría enfrentar en las próximas décadas una generación con trayectorias laborales formales, pero sin pensión.

