Cali, marzo 8 de 2025. Actualizado: sábado, marzo 8, 2025 00:03
De las balas a la pantalla
Sonry, el cineasta de Desepaz que convirtió la violencia en arte con la serie El que la cometió
En el barrio de Desepaz, en el oriente de Cali, la violencia es una sombra persistente. Durante años, las fronteras invisibles, el tráfico de drogas y la guerra entre bandas definieron la vida de sus habitantes.
Sin embargo, en medio de este panorama desolador, un grupo de jóvenes decidió escribir una historia diferente. Liderados por Jhon Fanor Arboleda, conocido como Sonry, encontraron en el cine una herramienta para narrar su realidad y transformar su comunidad.
Un barrio marcado por la violencia
Desde el año 2007, Desepaz vivió una de sus etapas más oscuras. “Hombres con pasamontañas entraban a las casas y asesinaban sin piedad“, recordó Sonry.
En las calles, el miedo era el común denominador, y las disputas territoriales cobraban vidas constantemente.
Para el 2015, un grupo de jóvenes del barrio decidió reunirse y analizar las causas de la violencia en su comunidad. “Nos dimos cuenta de que la brecha entre los jóvenes y las oportunidades era enorme“, relató Sonry.
Muchos de ellos habían estado involucrados en la venta de drogas o en actividades ilícitas, pero tenían un anhelo en común: cambiar su destino.
Del sueño al guion: el nacimiento de ‘El que la cometió’
Después de varios intentos por generar impacto en su comunidad, el grupo encontró en el cine una vía para visibilizar su historia. Así nació El que la cometió, una serie basada en hechos reales ocurridos en el barrio.
“Nos sentamos a escribir el guion con base en lo que habíamos vivido“, explicó Sonry. Las historias eran crudas, pero reflejaban la realidad que los rodeaba.
Para dar mayor autenticidad al proyecto, entrevistaron a familias afectadas por la violencia. “Cambiamos los nombres, pero cada historia es real“, aclaró.
Sin embargo, hacer cine sin recursos fue un reto monumental. Con el apoyo de amigos, rifas y ahorros personales, lograron conseguir equipos básicos. Un amigo de Jamaica les prestó una cámara, y así pudieron comenzar la grabación.
A pesar de la emoción por el proyecto, la violencia en Desepaz no dio tregua. Durante la filmación, el conflicto entre bandas se intensificó.
“Hubo tiroteos en plena grabación y tuvimos que detenernos“, recordó Sonry. La situación se tornó trágica cuando, en un lapso de 15 días, cuatro miembros del equipo fueron asesinados.
El dolor y el miedo casi los llevan a abandonar el proyecto. “De los siete que iniciamos, solo quedábamos dos“, contó Sonry. Pero en vez de rendirse, decidieron continuar.
El cine como herramienta de transformación
A medida que el proyecto avanzaba, la comunidad comenzó a involucrarse. En 2017, cuando retomaron la filmación, el ambiente en el barrio había cambiado. “Nos dimos cuenta de que la serie estaba generando algo más que entretenimiento. Estaba impulsando un cambio real en Desepaz”, afirmó Sonry.
El impacto del proyecto trascendió el barrio. Medios de comunicación y entidades educativas se interesaron en la iniciativa.
“Telepacífico y la Universidad Santiago de Cali nos hicieron una entrevista“, comentó. Gracias a esta visibilidad, lograron lanzar el documental y la serie en redes sociales.
Pero el verdadero logro fue dentro del barrio. A través de la serie, lograron reducir las fronteras invisibles que habían dividido a la comunidad por años. “Hicimos torneos de fútbol, proyecciones de películas y foros. Poco a poco, los espacios de violencia se transformaron en espacios de paz“, relata.
La segunda temporada: un nuevo enfoque
Ahora, Sonry y su equipo trabajan en la segunda temporada de El que la cometió. “El guion ya está listo, la canción representativa ya se grabó, pero aún faltan recursos y participantes“, explica.
En esta nueva entrega, buscan explorar la vida de los jóvenes fuera de la violencia. “Vamos a mostrar cómo es la convivencia en sus hogares, su relación con la familia y las razones que los llevan a la calle“, adelanta Sonry.
Uno de los temas clave será la falta de comunicación en los hogares. “Muchos jóvenes terminan en bandas criminales porque en sus casas no encuentran apoyo“, aseguró.
También abordarán temas como la discriminación y el consumo de drogas, con el objetivo de generar conciencia y abrir el debate.
El desafío de seguir adelante
A pesar del impacto positivo del proyecto, Sonry reconoce que el camino no es fácil. “Hemos demostrado que podemos generar cambios, pero sin apoyo económico es complicado“.
La producción de la segunda temporada enfrenta obstáculos financieros, por lo que están en búsqueda de patrocinadores o entidades que quieran colaborar.
La serie está disponible en YouTube y Facebook bajo el nombre El que la cometió. “Cualquier persona que quiera colaborar puede contactarme a través de mis redes sociales como Sonry MC Arboleda o por correo electrónico en sonryestile@gmail.com“, informó.
Un legado que va más allá del cine
El impacto de El que la cometió fue más allá de la pantalla. “Logramos reducir las fronteras invisibles en un 70%”, señaló Sonry con orgullo. Ahora, su meta es replicar el modelo con nuevas generaciones para evitar que caigan en la violencia.
Con la segunda temporada en marcha, Sonry y su equipo esperan seguir construyendo una nueva narrativa para Desepaz. “Queremos que los jóvenes se conviertan en líderes y transformen su entorno”, concluye.
A pesar de los desafíos, este proyecto demuestra que el arte tiene el poder de cambiar realidades. Y en Desepaz, gracias a Sonry y su equipo, la historia se está escribiendo de una manera diferente.