Cali, enero 2 de 2025. Actualizado: jueves, enero 2, 2025 21:15
Asistir es resistir
Las convicciones de los seres humanos hacen que sus actos sean superiores a los obstáculos que se les quiere imponer.
La devoción con la que se acude a las corridas de toros demuestra esa convicción como el tesón con el que estamos hechos los taurinos.
Y se probó, a todas luces, en la temporada que está concluyendo.
La plaza de toros de Cañaveralejo, que es un bien de interés cultural (BIC) protegido por el plan especial de manejo y protección (PEMP) aprobado por Mincultura, ha sido testigo de esa convicción y esa devoción con la que se asistió al rito taurino durante cinco días en esta ciudad que ya es distrito especial cultural, y allí las corridas son parte de ese complejo cultural caleño.
Son 67 años de ininterrumpidas faenas los que prueban ese fervor que nos asiste por el festejo taurino.
Es un arraigo cultural que ha sido incluso declarado patrimonio inmaterial de la Nación, específicamente en Manizales, y que es uno de los estandartes para la defensa de la legalidad de las corridas de toros en nuestro país.
Y contribuye en esa defensa con actos positivos el torero Luis Bolívar, a quien los taurinos todos debemos ovacionar de pie.
Hizo este año empresa, con sus socios de esta quijotesca tarea, y lograron tener en el albero a: Ferrera, Castella, Talavante, y los encierros de los Gutiérrez, Salento, Las ventas del espíritu Santo, entre otras que son ya icónicas en nuestra tradición taurina.
Incluso, le abrió las puertas a esa ganadería que pasta en el norte del Valle del Cauca, como es Campo Real, que cierra la temporada taurina.
Fotos: Julián Velasco
Los alrededores de la plaza han estado embellecidos por el arte, por la música, y por ese espacio de tertulia que caracteriza a quienes acudimos a este festejo tradicional.
Los burladeros se vistieron con la pintura del pereirano Walter Zuluaga, quien refleja vivamente lo que es la esencia del toreo, lo alegre del color, con esos trazos de una mano sensible que plasma momentos especiales de una faena.
Quiso el artista plástico que el toro vulnerara su obra para hacerla más viva, a manera de instalación.
La lluvia del sábado 28 de diciembre no logró amainar el ánimo entusiasta de los aficionados.
Esperamos como una logia espera a su gran maestro, en este escenario el toro de lidia que es el Rey de la fiesta brava.
Los aficionados en grata conversación, confiaban que las nubes negras se abstuvieran de continuar dejando caer la bendecida lluvia que tanto se ha aclamado en otros días.
El panorama era aciago.
Pero el ímpetu del maestro Rincón, el nivel de torería de los maestros del ruedo anunciados en los carteles de esa jornada vespertina y el respaldo de los aficionados, abrieron esa compuerta para conocer de nuevo ese perfomance que tanto nos gusta y nos tiene cada año acudiendo a la plaza de Cañaveralejo, dejando a un lado otros compromisos, invitaciones, porque primero está el toro.
Y vieron las figuras con los capotes, los lances, los banderilleros, y el respetable se vino arriba en aplausos, que sonaban acompasados con el golpeteo de la lluvia en los tendidos.
Fotos: Julián Velasco
Hay que agradecer, insisto, al maestro Bolívar y a la empresa Toro Vive, que como su nombre lo indica, sigue dándole vida al toro y a los taurinos.
A ASTAUROS, por seguir en esa incesante brega de cultivar afición, y allí estaban en el tendido, junto a las peñas taurinas, a los aficionados que vinieron de otras ciudades y países, al lado también de muchos jóvenes que ya son aficionados reales, que critican, aportan, promueven esta tradición cultural.
Han mostrado casta, la nueva generación.
Y allí está Taurojoven, universidad del toro, entre otros que son la cantera de la afición taurina en Colombia.
Saludo especial a los directivos de la plaza de toros, que igual hicieron su apuesta para sacar adelante esta temporada, que concluye de manera feliz, porque los toros siguen cautivando a la afición.
Se cierra la temporada de Cañaveralejo, aún con los obstáculos que se han querido imponer, con las voces contrarias que se han alzado en legítimo derecho a su expresión, hace que los taurinos todos digamos: ¡ASISTIR ES RESISTIR!