Cali, mayo 14 de 2025. Actualizado: martes, mayo 13, 2025 22:53
Cali no soporta más permisividad
Digámonos la verdad, Cali hoy vive en una espiral de violencia, la anarquía y el crimen parecen haber tomado el control de un amplio sector de nuestra ciudad, los bloqueos criminales continúan, los precios de los alimentos se mantienen en las nubes, los trabajadores se les dificulta moverse por la ciudad ante los destrozos del MIO, y en general no se evidencia una solución definitiva.
Desde la alcaldía se han esforzado por construir una nueva narrativa y minimizar, con nombres bonitos, la situación de caos y criminalidad que se evidencia en las calles, pero la realidad es muy distinta. El fin de semana Cali fue testigo de algunas escenas que parecían sacadas de las más violentas películas de Hollywood. El domingo en la noche un bus intermunicipal, que se dirigía a Bogotá, era “retenido” por encapuchados que obligaban a su conductor y a sus ocupantes a dirigir su rumbo hacia Puerto Rellena. Nada importó a los encapuchados que dentro de viajeros hubiera menores de edad.
El lunes, en el sector del puente de los mil días, encapuchados robaban e incineraban un camión de una reconocida compañía. El martes en el sector de Calipso, encapuchados “desarmaban” las barandas de un puente peatonal, no sabemos con qué interés.
Estos actos son simplemente una pequeña muestra de lo qué pasa en Cali, que ya vio cómo la semana anterior encapuchados atacaban civiles que trataban de atravesar un bloqueo, a su vez amenazaban de muerte a funcionarios de la administración local, que se ha arrodillado ante la violencia la que han sometido a nuestra ciudad.
Los homicidios están disparados, los robos son el pan de cada día, la destrucción continua, la anarquía cabalga y la ciudadanía se siente desprotegida por un alcalde que con sus acciones ha deslegitimado el accionar legítimo de la policía.
Nuestra ciudad necesita un “timonazo” de manera inmediata, no podemos continuar en este camino que solamente deja miseria a su paso, destruyendo el sustento de miles de familias, y nublando las oportunidades de desarrollo de nuestra ciudad. El primer paso para retomar el rumbo está en exigir, desde todos los sectores, que se dé el levantamiento total de los bloqueos, que han demostrado sus fatídicos efectos sobre la ciudadanía. En segundo como caleños debemos avanzar en la elaboración seria de una política de seguridad y reactivación económica, que permita generar nuevas oportunidades para los caleños y arrebatarle la ciudad a los violentos.
Cali es el hogar de 2.4 millones de personas, llenas de sueños y aspiraciones, no podemos permitir que unos pocos violentos secuestren las oportunidades de desarrollo de toda una ciudad. No permitamos que desde la administración se le siga otorgando poder a los violentos, mientras restringen las libertades y la vida nuestra ciudadanía.