Cali, mayo 9 de 2025. Actualizado: viernes, mayo 9, 2025 16:10
Cambios que llegaron para quedarse
Los cambios son una constante en la vida y en la economía y, aunque todo cambio se acompaña de una dosis de incertidumbre, la pandemia por el Covid-19 ha generado grandes desafíos para avanzar en la nueva cotidianidad, sin más que la información que día a día se actualiza de avances y retrocesos en la recuperación del mundo. Las nuevas formas de trabajo, de enseñanza, de relacionarnos y de hacer negocios llegaron para quedarse y, en este nuevo momento de la humanidad, entender que los cambios nunca paran es el primer paso para lograr que nuestra empresa siga creciendo.
Todos los negocios y las personas nos hemos visto “obligadas” a transformarnos y esto, como cualquier reto si se logra superar, genera muchas ventajas. La historia de Francisco, propietario de un restaurante en la zona gastronómica del Peñón, en Cali desde hace mas de diez años, es una muestra de cómo hemos tenido que adoptar y adaptarnos a las realidades que vertiginosamente se nos presentan para vivirlas.
Antes de la pandemia, no contemplaba el medio de pago electrónico y tampoco ofrecía bebidas alcohólicas, sus clientes habituales llegaban a la hora del almuerzo y en ocasiones se quedaban a disfrutar del ‘algo’. Con la gran sacudida, este restaurante encontró la oportunidad de mantenerse adoptando medidas sin contacto, sin efectivo y limpio (según Euromonitor International unos de esos cambios que se aceleraron y ya serán exigidos por el cliente); sumándose a esas más de 1,6 millones de transacciones comerciales que se realizan a través de internet y que movilizan más de 10 billones de pesos.
Una vez se relajaron las medidas de confinamiento generalizado, observó que los primeros en llegar a su restaurante eran los jóvenes quienes pedían un par de cervezas para acompañar su almuerzo. Francisco entonces estaba ante un nuevo cliente, a quien era importante conocer para ofrecerle una experiencia agradable y completa en su servicio. Esta fue la oportunidad para complementar su promesa con la del establecimiento vecino, que ofrecía lo que él no vendía. Su aprendizaje para compartir fue concentrarse en lo que sabe hacer y puede controlar. Aunque no podemos controlar si habrá nuevos toques de queda o restricciones, sí está en nuestras manos construir una relación con los clientes que permita entender sus necesidades, ofrecerle seguridad y nuevas formas de hacerle llegar mi producto o servicio.
Nuevas dinámicas
Asimismo, su experiencia es una invitación a actualizarse, entender las nuevas dinámicas del consumidor y las tendencias a nivel mundial. ¿Qué está pasando en otros países?, ¿Cuáles son las nuevas necesidades del mercado? Y sobre todo, escuchar más y mejor a nuestros clientes/consumidores ¿Qué están diciendo acerca del producto/servicio? Por último, a establecer nuevas conexiones, aprovechando el talento local. La pandemia nos ha hecho vivir la crisis a todos, claro está que para algunos los matices son más oscuros. Este hecho es un fundamento para desdibujar la rivalidad y trabajar juntos para salir adelante. Si trabajando con mi vecino nos puede ir mejor a los dos, intentémoslo. Seamos parte de esa red de proveedores locales que apalanquen la reactivación económica de la ciudad y la región.
Aunque la pandemia nos haya obligado a cerrar y a cambiar muchas cosas, no se llevó el talento, ni la receta del restaurante, tampoco la relación construida con los clientes, o el compromiso de estos héroes anónimos, como Francisco, que se levantan cada día a trabajar por sus empresas y construir país. Si trabajamos para entender como asumir estos cambios como una realidad y nos adaptamos a ellos será posible seguir adelante.