Cali, mayo 13 de 2025. Actualizado: lunes, mayo 12, 2025 22:34
Colombia ¿sin el pan y sin el queso?
Esta semana se llevará a cabo la visita de Gustavo Petro a China, una visita que particularmente ha generado una polvareda política sin precedentes en términos de las relaciones internacionales en Colombia y lo más inverosímil es que la mayor oposición la ha recibido de los gremios empresariales, que ha pegado el grito en el cielo por este acercamiento comercial con el gigante asiático, que hoy por hoy es la segunda economía del mundo y que según diversos analistas en una década superará a Estados Unidos como la principal economía mundial.
¿Pero qué va a hacer Petro en China? Pues bien, el presidente va con dos funciones principales:
La primera de ellas es que va como presidente protempore de la CELAC, un grupo de 33 países de América Latina y el Caribe, entre los cuales está Brasil, Chile, Perú, Argentina, México, entre otros y de la cual Colombia este año tiene su turno de presidir ese espacio.
En segundo lugar, Petro está intentando acercar a Colombia a la “Iniciativa de La Franja y la Ruta”, o mejor conocida como la “Nueva Ruta de la Seda”, que en sí es la gran apuesta China para aumentar su influencia global a través del megaprograma de infraestructuras con el que busca conectarse al mundo, y a través del cual se han construido con financiamiento Chino autopistas, puertos marítimos, aeropuertos, etc, y que en el caso de Colombia por ejemplo, ya se ha dado en el pasado un pequeño paso en ese sentido con el metro de Bogotá.
Ahora ¿por qué si en teoría siempre es bueno abrir y diversificar mercados, hay tanto temor en Colombia? Pues bien, por varias razones, pero para hacer corto el cuento podemos decir que ese temor tiene nombre propio: Estados Unidos, mejor dicho, Donald Trump.
Si, así es, hay un temor en diferentes sectores económicos y políticos de que este movimiento (que Colombia tiene todo el derecho de hacerlo), enfurezca al mandatario estadounidense y este tome represalias, como hace un par de meses, imponiendo aranceles a las exportaciones colombianas que van dirigidas a los Estados Unidos.
Pero precisamente en ese episodio, nuevamente se evidenció algo que se sabe hace varias décadas, pero que ningún gobierno desde la apertura económica de César Gaviria ha tomado en serio: la diversificación de socios comerciales, pues hoy por hoy, Colombia es excesivamente dependiente de Estados Unidos con quien en 2024 se comerciaron 36.700 millones de dólares, y que al final de todo el ejercicio transaccional, la relación entre los dos países dejó una balanza deficitaria con más de 1.300 millones de dólares a favor de los norteamericanos.
Es claro que Estados Unidos debe seguir siendo un socio estratégico para Colombia, pero eso no puede significar que Colombia no pueda mirar hacia otros escenarios y mucho menos si esas barreras se originan por prejuicios como el que se puede deducir de Javier Díaz, presidente de la Asociación Nacional de Exportadores, Analdex, quien es uno de los principales opositores del acercamiento con China, y quien en entrevista con Blu Radio la semana anterior, confesó que nunca ha ido a China.
Si, es difícil entender que paradójicamente parece que los encargados de hacer negocios estén empecinados en que no se abran nuevas líneas para hacer negocios.
Claro, China da miedo y hoy por hoy mientras ellos le venden a Colombia 15.900 millones de dólares, Colombia solo vende 2.400 millones, lo que a hoy deja unas cifras muy malas para nuestro país, pero de eso se trata, de volverse competitivo y aprovechar las posibilidades de poder entrar a un mercado con más de 1400 millones de personas.
Si pudo Perú y a Chile y Ecuador les está dando resultado ¿Por qué no Colombia?
Petro en esta visita como presidente de la CELAC, podría presentar una serie de iniciativas que le interesan a la región, pero deben ser de manera ordenada, técnica y estratégica, en este caso no puede apelar solo a ideas utópicas y románticas, como la del tren elevado entre Buenaventura y Barranquilla, no, esto es serio y a China se le toma en serio.
En fin, esperemos que el Presidente entienda de la importancia de esta visita, no solo por el potencial que tiene China, sino por los riesgos que conllevan frente al principal socio de Colombia.
Petro debe comportarse y entender que solo con discurso no va a aprovechar el potencial que podría tener esta relación con el tigre asiático, y que su gobierno debe pasar del discurso a la acción para que el beneficio supere los riesgos que se toman con Estados Unidos, porque si no se corre el riesgo de que Colombia se quede sin el pan y sin el queso.
La pregunta es ¿Tiene Petro un equipo lo suficientemente capaz para asumir este reto?