Democracia

Iván Cancino

Ayer la independencia de Colombia cumplió 212 años de hacer sido declarada. Un bicentenario que comparado con otros países de la región y el mundo ha estado caracterizado por una democracia relativamente estable.

Digo relativamente, porque los actos de violencia (una guerra civil que poco da tregua), los pactos políticos (Frente Nacional) y un golpe de Estado en 1953, han marcado hitos que dejan entrever que una democracia en Colombia es agridulce.

No obstante, no podemos desconocer que Colombia es un país viejo, sobre todo cuando miramos la historia de otras naciones como la India que alcanzó su independencia en 1947, o Jamaica que fue en 1962, o aquellas que surgieron del desmembramiento de la Unión Soviética en la década de los 90.

200 años no son poca cosa.

Según el índice de democracia de 2021 publicado por la revista The Economist, Colombia ocupa el puesto 59 entre todos los países del mundo con una calificación de 6,48 puntos, un número nada despreciable si se tiene en cuenta que en América Latina ocupamos el puesto 10, nuestra gran falla que hace que perdamos puntos se encuentra en el funcionamiento del Gobierno, y claro cómo no vamos a fallar si la corrupción sigue siendo noticia a diario. Otra de las calificaciones que nos mantiene como una “democracia débil” (“Flawed Democracy”, clasificación del ranking para países con calificación entre 6 y 8 puntos) es la cultura política que está relacionada con las fallas en mantener el orden público y liderazgo.

Para la revista una “democracia débil” es aquella en la que se realizan elecciones justas y libres, en ella también hay respeto por las libertades civiles, pero hay una debilidad significativa en la gobernanza y en la participación política.

Ahora bien, esperemos que el nuevo gobierno no vaya a causar una caída en el ranking, y que en vez de llegar a ser una “democracia fuerte” bajemos a ser un “régimen híbrido” (como hoy aparecen México, Ecuador y Bolivia, entre otros), pues ya hemos visto como nuestro nuevo presidente se comporta ante las críticas, con una actitud desafiante en la que no deja lugar a dudas de tomar decisiones autoritarias.

Así mismo, ojalá y deje que la oposición sea oposición con libertad, que aún exista la libertad de prensa y no comience a bloquear la información que no le convenga.

Son 212 años para ser lo que somos hoy en día, son dos constituciones las que nos han llevado a ser una democracia más sólida, aunque aún tengamos áreas que fortalecer, por ello hoy digo orgulloso ¡qué viva la democracia en Colombia!, ¡Qué viva la independencia de Colombia!