Economía sin rumbo

Mario Germán Fernández De Soto

Las cifras presentadas por el Banco de la República sobre el futuro de la economía hacen creer que el futuro del país es incierto porque el emisor aplaza la disminución de las tasas de interés hasta tanto no ceda la inflación, que parece tan incierta como el dólar.

Es claro que en materia económica no se tiene la última palabra, pero sí es muy preocupante que se anuncie permanentemente una crisis, a tal punto de hablar de la proximidad de una recesión económica, mientras que la OCDE dice que Colombia tendrá un crecimiento del 1.2% para este año y del 1.4 % para el próximo.

Estas son pésimas noticias para los colombianos, porque significa que seguiremos en un estado de postración social que no permitirá el crecimiento económico; al igual que la desigualdad y la pobreza, que se mantendrán en el 2024.

Ahora, si el incremento al salario mínimo estará entre el 13% y el 14 %, el costo de la vida seguirá subiendo y la inflación continuará presionando nuestra economía.

El gobierno nacional tiene que avanzar con los proyectos de Infraestructura que representan una inversión de 14 billones de pesos y que servirían para mover el aparato productivo, crear nuevos empleos y generar ingresos adicionales para la demanda interna.

No puede esperar más la ministra de Vivienda para ejecutar los subsidios de vivienda de interés social a través de los distintos programas que “refresquen” la calcinada economía nacional.

El ministro de Hacienda tiene que presentar un paquete de estímulos a la industria y al comercio que permitan una mayor movilidad de los mercados para persuadir a la Junta del Banco de la República para acelerar la disminución de las tasas de interés y reactivar la economía, teniendo en la cuenta que la Reserva Federal FED de los Estados Unidos estima que su crecimiento será para el 2023 del 5.2%, lo que alivia los ingresos de divisas al país y mantiene el buen ritmo de las exportaciones.

El BanRepública y el Gobierno tienen que fijar un mismo rumbo para encausar el país hacia un crecimiento significativo que reduzca las brechas sociales y potencien el tejido empresarial en la seguridad de un futuro cierto. Hay que garantizar un rumbo seguro para todos los colombianos.