Cali, diciembre 26 de 2024. Actualizado: jueves, diciembre 26, 2024 10:15
El discurso contra la mujer
En los últimos días, hemos sido testigos de un episodio lamentable en el que se han puesto en la palestra pública afirmaciones cargadas de estigmatización hacia las mujeres periodistas, provenientes del Presidente de la República.
Las declaraciones, que han sido catalogadas como un ataque directo, no solo buscan desacreditar el rol de las comunicadoras, sino que además contribuyen a perpetuar una narrativa peligrosa y machista que invisibiliza las luchas por la igualdad y el respeto a las mujeres en nuestra sociedad.
Cuando se acusa a las periodistas de ser “muñecas de la mafia”, se está, sin lugar a dudas, cayendo en la misma violencia simbólica que millones de mujeres sufren a diario.
Esta violencia no es siempre física, pero que es igualmente devastadora: atenta contra la dignidad, la integridad y el trabajo de mujeres que, desde su posición, ejercen su derecho a informar, muchas veces en contextos adversos.
Esta forma de violencia, que parece sutil, es una manifestación de un sistema patriarcal que minimiza los logros de las mujeres, cuestiona su profesionalismo y reduce su valor a estereotipos degradantes.
La violencia simbólica, como esta, se manifiesta en comentarios e insinuaciones que trivializan la presencia y contribución de las mujeres en los espacios públicos. Lo más grave es que, al proceder de figuras de poder, estos discursos refuerzan una cultura de impunidad.
Hay que decir además, que las diferentes formas de violencia son en realidad una sola estructura que va afectando a las mujeres y se acumulan hasta llegar incluso al feminicidio, de modo que esta estigmatización no es un tema menor.
Pero lo que considero peor es que el ataque a las mujeres, porque no es solo contra las periodistas, venga del Presidente de la República, una persona con gran poder mediático. Prueba de ello fueron los miles de memes grotescos y machistas que comenzaron a circular en las redes sociales.
El hecho de que, en lugar de retractarse, se reiteren y profundicen los comentarios de desprestigio solo refuerza la necesidad urgente de combatir este tipo de expresiones desde todos los frentes.
Aquí es donde iniciativas como la propuesta del Partido de la U, que promueve la sensibilización y capacitación en las carreras que intervienen en la ruta de atención a mujeres víctimas de violencia, cobra relevancia.
Este proyecto de ley, radicado por la bancada del Partido de la U en el marco del Día Internacional de la Mujer, busca asegurar que las mujeres colombianas reciban una atención digna y de calidad, que les permita restablecer sus derechos cuando acceden a la ruta de atención tras sufrir algún tipo de violencia.
Este proyecto forma parte de varias iniciativas de la colectividad para reivindicar el papel de la mujer en la sociedad.
Es imperativo entender que la violencia contra las mujeres no se limita a lo físico. Los ataques simbólicos y verbales, como los que hemos presenciado recientemente, también constituyen un tipo de violencia que alimenta la cultura de agresión.
Estos actos generan un ambiente hostil que impide su participación plena y segura en la vida pública y profesional. Al permitir que estos discursos se multipliquen sin cuestionarlos, se perpetúa un ciclo en el que las mujeres son vistas como objetos de burla, descalificación o desprecio. Por eso debemos, expresar nuestro rechazo.
En tiempos en los que la revictimización es tan frecuente como la violencia misma, no podemos seguir permitiendo que quienes ostentan el poder utilicen su plataforma para sembrar el odio, la desconfianza y la estigmatización. Las mujeres merecen respeto, justicia y protección, no solo en los sistemas de atención, sino también en la opinión pública y en las narrativas que se construyen desde el poder.