El gran perdedor

Indudablemente que sí ha habido un perdedor en las llamadas “elecciones territoriales “, es el presidente Petro, porque en las urnas los elegidos en la gran mayoría del país fueron candidatos de colectividades distintas al Pacto Histórico, que se derrumba por la decepción de los colombianos frente a un gobierno que improvisa sobre las temáticas más importantes para la ciudadanía.

Parece que el péndulo regresa al centro en materia electoral, pero más allá de izquierda o derecha, hoy lo que quedó demostrado es que una gran parte de la nación desaprueba la gestión del gobierno nacional.

El presidente se preparó más de doce años para ser un buen candidato, pero no ha podido perfilarse como un buen gobernante.

La falta de una buena comunicación para gobernar, la presentación de unas reformas trascendentales para la vida de los colombianos que no generan confianza y al contrario causan incertidumbre sumado al desestimulo a la inversión por la falta de políticas públicas para el fortalecimiento del tejido empresarial son motivo para una mala calificación al mandatario de los colombianos.

Pienso que el presidente tiene una clara visión sobre la conservación del medio ambiente y los recursos naturales pero no ha logrado armonizar la estrategia medio ambiental con la política de hidrocarburos en momentos en que los ingresos fiscales dependen de la producción nacional de petróleo a tal punto que ha preferido subir el precio de la gasolina con las consecuencias que conlleva en los productos de la canasta básica familiar que estará más golpeada por los impuestos que se imponen a los productos “azucarados”.

Si bien es cierto, estamos sometidos a los fenómenos de orden internacional, también lo es que las equivocaciones del gobierno en materia de orden público están generando serias dudas sobre los inversores, que son los que estimulan el empleo y el flujo de la economía necesario para garantizar la dinámica en el mercado nacional.

Las equivocaciones del mandatario nacional se reflejaron en las elecciones que acaban de transcurrir en las que el gran perdedor se llama Gustavo Petro y su Pacto Histórico, que no encontraron en esta oportunidad el respaldo en las urnas que tuvieron en la elección presidencial.

El presidente debe rectificar sus políticas y avanzar con programas de gobierno consensuados que garanticen la sostenibilidad política y económica del país para afianzar el tejido social que cada día está más amenazado por la inseguridad, la inflación, las altas tarifas en los servicios públicos, la incertidumbre de reformas fallidas que afectan el interés nacional y por la incoherencia de un gobierno que no tiene una dirección clara para solucionar la problemática del pueblo colombiano.

Deben servir las pasadas elecciones para la reflexión del señor presidente en torno a lo que se debe rectificar.

Todavía hay tiempo para mejorar y construir el cambio que prometió. Es la hora del verdadero cambio, presidente Petro.

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