El poder y la pugna

Hugo E. Gamboa Cabrera

Algunos petristas de hoy, a los que conocí como conservadores y liberales pero que ahora están incrustados en esa izquierda recalcitrante gracias a que ocupan cargos en el gobierno nacional, incluso hasta con dos posiciones burocráticas, se la pasan últimamente enrostrando el hecho de que Colombia ocupó el cuarto lugar en la economía mundial durante el 2025.

Se les olvida que el medio que diagnosticó y publicó eso, es de pensamiento izquierdista, y ahí es donde a muchos nos invade la duda.

Quiero informarles que el primer indicador que mide una economía, es la inflación, sin contar alimentos ni energía, y la comparan con una meta del dos por ciento.

En Colombia , esa cifra está por encima de lo ideal, con una desviación de +3,3 puntos porcentuales. Dicho ranking, valora que la inflación no se haya desbordado ni se está expandiendo.

Ese control de la inflación se la debemos al Banco de la República, pese a la constante pugnacidad del gobierno nacional que le insiste adoptar medidas que interfieren con el crecimiento.

Por otro lado, está precisamente, el crecimiento económico. Este es un factor determinante del ranking, pues es el que facilita la inversión, el financiamiento empresarial y el dinamismo económico, sostenidos por el empresariado colombiano.

La situación mejoraría mucho si este gobierno hubiese permitido el ingreso al país de más inversionistas del exterior que quisieron invertir en el país. Eso no fue posible.

El empleo, importante en la valoración. Se desconoce que factores escogieron los investigadores de ese cuarto lugar, pues lo cierto es que muchas pymes y mipymes cerraron sus puertas y los trabajadores quedaron en la calle, ingresando a ese difícil renglón de la informalidad, contabilizados hoy por el Dane como nuevos empleos.

Y será peor con el aumento desaforado del salario mínimo, que obligará a muchas empresas a mermar sus nóminas.

Igualmente se afectarán muchas cosas de la canasta familiar como el aumento de las tarifas de servicios públicos, entre otros. Esto quiere decir que todos los problemas no están resueltos, pues la estabilidad laboral puede peligrar.

Y ni hablar del gasto desmesurado del actual gobierno en cosas que tienen que ver con el clientelismo antes que la inversión, para lo cual violaron la regla fiscal.