Cali, agosto 31 de 2024. Actualizado: sábado, agosto 31, 2024 09:55

El subsecretario ministeriable

Feria de Cali (A seis meses)

Leonardo Medina Patiño

Hace pocos días hablé con la doctora María Ximena Román, gerente encargada de Corfecali, quien ha adelantado una gesta impresionante para sanear las finanzas y poner orden en esa valiosa entidad, que va tatuada en el corazón de los caleños.

Amén de proteger a los artistas, que están a la espera de pagos atrasados.

Le comenté de la importancia de que la feria de Cali tenga un revestimiento de la protección y estímulo de la salsa, más allá del show, que se observe como nuestro patrimonio inmaterial -que también es de los colombianos- con todo el ecosistema que lo envuelve.

Obvio, que la fiesta no puede omitirse, mas hay una esfera no promovida en el marco de la feria como la visita a museos de la salsa, conocer el entramado que hay alrededor de las orquestas, de los compositores, de los diseñadores de vestuarios, que son esenciales en el buen desarrollo y protección de este valor inmaterial.

Otra apuesta a fortalecer es “El Jaragual”, que incluye esa esencia del saber de la salsa, del conversar alrededor de su génesis, transformación, huella identitaria, y que bien ha liderado el periodista Gerardo Quintero.

No se puede soslayar, que bajo el imperio de la capricorniana ley 1772 de 2016, el Salsódromo es patrimonio inmaterial cultural, artístico y folclórico nacional.

Además, le dije, del resalto que debe hacerse de otro patrimonio inmaterial como el desfile del Cali Viejo, donde está la historia, la memoria, el saber cultural de una comarca que no se rinde, que se levanta y quiere festejar la esperanza que nace de su propio pueblo.

La maceta, por supuesto, también patrimonio nacional, debe ser especialmente exhibida en la feria de Cali, no solo en el mes de los ahijados.

Pero ¿por qué?, se preguntarán. Digo, que es una forma de resaltar nuestra caleñidad, de la que tanto insiste nuestro alcalde Alejandro Eder con su hablado ‘caleñol’ y que es propio de las comunidades exaltar su cédula de identidad, su huella, para que Colombia y los extranjeros que visitan a Cali por esos días, sepan de qué estamos forjados.

Ahora, más allá de lo anterior, es una oportunidad para gestionar recursos del orden nacional, no solo del ministerio de cultura, sino también de otros ministerios y dependencias que estimulen el turismo, el comercio, la gastronomía, entre tantas otras que pueden apoyar al alcalde Alejandro Eder y, a través de él, a la ciudad de Cali, que es distrito especial cultural, turístico y de servicios.

Estamos aún a tiempo, no el suficiente como se quisiera. Pero querer es poder, y eso sí, con la impronta del plan de desarrollo de la ciudad “Cali, capital pacífica de Colombia”.

Seguramente la doctor María Ximena, por su encargatura, no estará en el cien por ciento de la agenda de la feria de Cali, pero estas líneas son sugerencias a ella y a quien asuma ese reto monumental en el primer año de gobierno de nuestro alcalde Alejandro Eder, quien ya probó finura con el rescate de CORFECALI, al aportarle quince mil millones de pesos en el primer semestre de su mandato y lograr salvarla de la liquidación.

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viernes 5 de julio, 2024
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