Gestación por sustitución

Leonardo Medina Patiño

Vulgarmente se conoce como alquiler de vientres, designación que en esta misma columna años atrás manifesté que era indebido, porque atenta contra la dignidad humana cosificando a la mujer como objeto reproductor.

De acuerdo con los estudios de derecho-médico y bioética, amén de los proyectos de ley, el término adecuado es “Gestación subrogada”, “Gestación por sustitución” y ahora, en el más reciente proyecto de ley se ha titulado como “subrogación uterina para la gestación”.

Realmente es un debate interesante desde lo jurídico, lo filosófico, de la bioética, incluso desde lo político, en un momento de alta sensibilidad con los derechos de las mujeres, como de quienes están por nacer, toda vez que ya existen también reclamaciones de hijos que se han sentido utilizados, en procedimientos similares.

Por ello, y aunque la Corte Constitucional ha proferido dos decisiones alrededor del tema, como son las sentencias T-968 de 2009 y T- 275 de 2022, exhortando al Congreso de la República a legislar sobre este procedimiento, es de buen recibo en la ciudadanía que ya haya luz verde para dar el debate en la próxima legislatura.

Seguro habrá intensidad en los argumentos, defensores y detractores, pero así es que se va consolidando el pensamiento liberal moderno, máxime cuando se trata del derecho a la reproducción y a la maternidad.