Cali, diciembre 26 de 2025. Actualizado: jueves, diciembre 25, 2025 10:33

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La ciencia también construye paz

Clara Luz Roldán - Directora colegiada del Partido de la U

Siempre he creído que la ciencia no solo transforma el mundo: también puede reconciliarlo.

En estos tiempos donde la tecnología avanza más rápido que la empatía, hay que recordarle al país que el conocimiento tiene un propósito profundamente humano: servir, unir y generar oportunidades.

Cada 10 de noviembre, cuando el mundo celebra el Día de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo, la invitación es Clara: que la ciencia sea una herramienta para construir convivencia, equidad y progreso real en los territorios.

Colombia es un país donde la ciencia y la paz van de la mano. Y no hablo solo de laboratorios o universidades.

Hablo de muchachos y muchachas en los barrios, en las montañas, en los pueblos olvidados, que tienen ideas increíbles para mejorar sus comunidades. Ellos también hacen ciencia cuando buscan soluciones con lo que tienen a la mano.

Y ahí está el reto: que esa revolución tecnológica, que ya habla de inteligencia artificial y avances digitales, llegue también a los territorios donde todavía falta desarrollo y esperanza.

La ciencia no es solo para los expertos. Es también para quienes siembran, enseñan, cuidan o innovan desde lo cotidiano. No hay paz sin conocimiento, ni desarrollo sostenible sin ciencia.

Desde el Partido de la U celebramos iniciativas como “Jóvenes en Ciencia para la Paz”, del Ministerio de Ciencia, que han demostrado que los laboratorios también pueden estar en Buenaventura, Tumaco, Quibdó o Ciudad Bolívar.

Allí, jóvenes que antes solo escuchaban hablar de conflicto, hoy crean soluciones, inventan, sueñan y emprenden.

Pero necesitamos que esto no se quede en unos pocos programas. La ciencia para la paz debe ser una política permanente, con recursos estables y una visión territorial.

El país necesita una ciencia con acento regional, que reconozca los saberes de nuestros pueblos indígenas, afrodescendientes y campesinos, y que aproveche la fuerza de las universidades públicas en las regiones. Democratizar el conocimiento es cerrar brechas y llevar oportunidades donde más hacen falta.

En un mundo dominado por la inteligencia artificial, Colombia no puede quedarse atrás. Pero tampoco podemos permitir que solo unos pocos tengan acceso a esos avances.

La IA puede ayudar a predecir desastres naturales, mejorar la agricultura, fortalecer la salud o diseñar mejores políticas públicas… pero solo si formamos el talento, si preparamos a nuestros muchachos y les damos herramientas.

La ciencia no está lejos: está en los colegios, en los parques, en los sueños de los jóvenes que quieren cambiar su entorno.

Por eso debemos enseñar desde temprano a amar la ciencia, a usarla con propósito y a verla como un camino hacia la paz.

Si logramos que la ciencia sea parte de nuestra cultura —cercana, práctica, humana—, estaremos más cerca de cerrar las brechas históricas que nos dividen.

La paz no se decreta o se hace con concesiones a grupos violentos a cambio de impunidad. La verdadera paz es lo que se construye con oportunidades. Y en ese camino, la ciencia puede ser la mejor aliada que tengamos.

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viernes 7 de noviembre, 2025
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