Cali, mayo 15 de 2025. Actualizado: miércoles, mayo 14, 2025 23:19

La pandemia vial

La pandemia vial

Juan Felipe Murgueitio

Seguimos revisando situaciones de ciudad que ameritan acción ciudadana.

Es de vital importancia que pasemos de la queja a la acción.

Cali, aunque a veces no parezca y aunque haya quienes prefieren que no lo sepamos, es nuestra, y su cuidado es responsabilidad individual y colectiva, sobre todo cuando el actuar de nuestros dirigentes no trae soluciones efectivas.

Con esto en mente, es hora de hablar de una pandemia endémica y sufrida todos los días, poco comentada y carente de plan de acción: los accidentes de tránsito.

Según cifras oficiales, entre enero y agosto de este año, hubo más de 2.600 accidentes de motocicleta, un 26% más que en el mismo período de 2021.

Estos accidentes cobraron 89 vidas, 20 muertes más que el año pasado. Aunque el gobierno local tiene un porcentaje grande de responsabilidad en prevención y mantenimiento de infraestructura, debemos hacer un “mea culpa” por nuestra alarmante falta de cultura ciudadana.

Según las mismas cifras, el grueso de infracciones sancionadas en la primera mitad del año tuvo que ver con andar por vías prohibidas, ignorar señales de tránsito, y falta de revisión tecno mecánica.

En materia de movilidad, a diferencia de la seguridad ciudadana, tenemos la posibilidad de generar resultados sin depender de nuestros gobernantes, esa es una ventaja.

Ahora, y como mencionamos antes, el Estado no ha entregado soluciones reales desde hace décadas.

La inconformidad con los huecos es de siempre, pero ahora llegamos al punto en que están generando, posiblemente, un incremento sustancial en la accidentalidad de los caleños.

Podría decirse que nos pasó la de siempre: dejamos crecer al enano hasta que se volvió un Goliat.

Llevamos años con las mismas vías en Cali, pero el parque automotor no ha parado de crecer, y las medidas del gobierno local han sido insuficientes (más del 70% de las vías en la ciudad están en “mal estado” o “regular”).

Es como cuando un atleta sube 50 kilos, su infraestructura simplemente deja de dar abasto.

Y para más preocupación, revisemos las medidas adelantadas para el mejoramiento de la infraestructura de la ciudad.

De los 2.300 kilómetros en vías que tiene Cali, el plan de mejoramiento de nuestra malla vial cubrirá aproximadamente 83, es decir, cerca del 3% del total de vías.

Si a la bajísima cobertura del mejoramiento le agregamos las válidas dudas sobre la efectiva ejecución del plan y los posibles sobrecostos o abusos, podemos decir que el asunto está complicado.

La alta accidentalidad también responde a una falta de estrategia en materia de seguridad, de infraestructura y de planeación urbana. Esa estrategia le ha faltado a la ciudad desde hace mucho tiempo, y sigue cobrando vidas.

El descuido de lo importante ahora nos lleva a lo urgente, y deberá ser prioridad del siguiente gobierno local.

Es nuestra oportunidad y nuestro deber exigirle a quienes aspiren a liderar el distrito un compromiso explícito con la movilidad, la seguridad y la infraestructura vial de Cali.

Aquí proponemos unos primeros puntos sobre los que podemos trabajar:

Una inversión suficiente para mantenimiento de vías antiguas y creación de nuevas vías.

Revisión del uso de recursos de la sobretasa de gasolina. Actualmente el 70% se destina a operación del MIO.

Reubicar semáforos y velocímetros en vías como las autopistas.

Revisar el sentido de varias calles de la ciudad que sin quererlo, están generando embotellamientos.

Más control político al uso de los recursos que obtiene la Secretaría de Movilidad a través de comparendos, que ese dinero empiece a invertirse en prevención y mantenimiento de vías.

Reemplazar reductores de velocidad de concreto por resaltos virtuales.

Pongámonos en la jugada con la otra pandemia. Es hora cambiar la cara de la ciudad, son vidas las que están en riesgo.

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viernes 9 de septiembre, 2022
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