Cali, mayo 3 de 2025. Actualizado: viernes, mayo 2, 2025 23:08

Rosa María Agudelo

La reforma de los sueños

Rosa María Agudelo

Llevo 35 años generando empleo en Colombia. También he sido gerente y he vivido, en carne propia, los desafíos de sostener una empresa en medio de la incertidumbre, la carga tributaria, la competencia desleal y, sobre todo, la informalidad.

Hoy se discute una nueva reforma laboral que está escrita con la tinta de la buena intención. Propone condiciones ideales: estabilidad, derechos reforzados, horarios más cortos. Todo suena bien. El problema es cómo.

¿Quién lo hará posible? ¿A qué costo? ¿Con qué incentivos? A veces siento que Colombia actúa como un adolescente: soñador, idealista, pero desconectado de la realidad. Y la realidad es que competimos contra el mundo entero.

Esta reforma, como está planteada, puede desalentar la llegada de nuevas empresas y empujar a muchas actuales a la salida.

No me preocupan las jornadas laborales más cortas; una empresa eficiente puede producir más en menos tiempo, sobre todo en esta era de inteligencia artificial.

La realidad es que con las nuevas tecnologías se puede hacer más con menos personas. Lo que sí preocupa es la rigidez contractual: contratos indefinidos en un mundo cada vez más cambiante, incierto y digital.

Los recargos dominicales también se resuelven fácil: simplemente se eliminarán esos turnos.

Europa no abre los domingos, Colombia tampoco lo hará sencillamente porque no será rentable cargar doble gasto a los servicios.

Pero no será un descanso digno: será un ingreso menos para quienes hoy sobreviven gracias a ese día.

El país necesita una reforma, sí. Pero una que proteja el empleo actual, fomente el nuevo y, sobre todo, reduzca la informalidad.

De lo contrario, seguiremos premiando la teoría y castigando la realidad. Y eso, ni es justo ni es sostenible.

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sábado 3 de mayo, 2025
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