La tragedia detrás del meme

Hice un video sobre el tema, pero merece también una columna.

En redes hemos visto estos días a las llamadas “milicias de la revolución bolivariana”: ancianos de semblante derrotado, desdentados, escuálidos… literalmente, un ejército cantinflesco al que algunos han bautizado como “los mil ancianos”, comparándolos con los aguerridos y entrenados marines de Estados Unidos. Una comparación grotesca: humor negro en estado puro.

Lo triste de la historia es que detrás de esas imágenes no hay caricatura, sino una gran tragedia.

Esos “mil ancianos” representan a los mayores, a los abuelos, a la población más vulnerable que no pudo sumarse al éxodo de jóvenes que sí lograron huir de Venezuela.

Viejos que, por un plato de comida, portan un gastado uniforme y se prestan a convertirse en carne de cañón, en una táctica muy parecida a la que en Medio Oriente ha usado hasta a los niños.

Los más débiles pagan con su vida para que los tiranos vivan en la opulencia.

Y como si fuese poco, alrededor de este drama circulan millones. Ahí está la famosa colecta cuyos fondos nunca se supo en qué se emplearon.

Mercenarios y dictadores enriqueciéndose, mientras los infelices ciudadanos de a pie solo conocen el hambre y el deber forzado de empuñar un viejo fusil para defender a quienes los han condenado a la miseria.

Cuando vuelvas a ver esos memes que arrancan carcajadas —que nos producen risa, sí—, reflexionemos unos segundos.

Porque lo que tenemos ante los ojos no es un chiste: son imágenes que retratan la degradación de un pueblo hermano, condenado durante años a la hambruna y, para colmo, ahora también a la guerra.

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