Cali, diciembre 7 de 2025. Actualizado: sábado, diciembre 6, 2025 00:04

Llegan cartas de las Yubartas

Llegan cartas de las Yubartas

Paola Andrea Arenas Mosquera

A partir de este mes de agosto y hasta octubre, la mágica ciudad de Buenaventura y toda su zona insular de playas están listas para recibirnos y demostrar por qué como ningún otro, son un destino para la vida por naturaleza.

Cada año nuestro Pacífico colombiano se prepara para recibir por lo menos tres mil ballenas yubartas o jorobadas, que llegan a aparearse y a parir sus crías en las cálidas aguas del parque natural de Uramba-Bahía Málaga en Buenaventura. El ritual convierte este escenario en la sala cuna más grande del mundo.

De las Yubartas usted debe saber que llegan procedentes de la Antártida. Viajan 8500 kilómetros durante dos meses para pasar el verano en nuestras aguas colombianas que les ofrecen en promedio temperaturas de 28 grados centígrados. Allí, en sitios como Juanchaco, Ladrilleros, Bahía Málaga y Negritos, pueden verse sus aletas, sus colas y, a veces saltos que dejan expuestos sus cuerpos de hasta dieciocho metros de largo. Son conocidas como las ballenas de las grandes alas, por sus inmensas aletas pectorales que llegan a medir cinco metros. Se les llama jorobadas o yubartas por la costumbre de arquear el lomo antes de sumergirse. Poseen un peso de hasta cuarenta toneladas. Las hembras son más grandes que los machos y éstos emiten sonidos muy elaborados conocidos como cantos que pueden ser escuchados a más de doce kilómetros de distancia, y aparentemente son utilizados durante el cortejo. Aunque se dicen que las hembras no cantan, las matronas cantaoras del Pacífico lo hacen por ellas. Una tradición de oralidad ancestral que también está al encuentro de los visitantes testigos de esta aleccionadora experiencia.

Al nacer, las crías de las Yubartas miden tres metros y pueden pesar dos toneladas y media. Los vallenatos de estas viajeras marinas ingieren diariamente entre 75 y 150 litros de leche rica en grasa que les permite engordar rápidamente para no congelarse cuando regresen al polo con su madre. La gestación de las hembras dura un año y solo tienen una cría cada tres. Se dice que pueden vivir hasta cien años.

Si lo que lee, le genera como a mi, fascinación, y es amante de la naturaleza, pero sobre todo, si usted vive en Colombia y es de quienes ha hecho cualquier cantidad de esfuerzos por salir del País a conocer maravillas del mundo que lo han cautivado en imágenes publicitarias y sofisticados destinos, sin vivenciar éste, déjeme decirle que se está perdiendo de una experiencia única de la cual no debería privarse.

Desde este 13 de agosto, Buenaventura, Ciudad que fuera reconocida e incluida por la Unesco entre la Red de Ciudades Creativas del mundo por los secretos de su cocina ancestral y, a partir de ésta, los desarrollos innovadores de su gastronomía con nutritivas y afrodisiacas comidas y bebidas; se convierte en un imperdible destino a partir del circuito integrador de tres experiencias fantásticas gestadas desde la calidez y perseverancia de sus hijos e hijas: ExpoYubarta, El Festival de Ballenas y Cantaoras y el Festival Folclórico Marimba y Playa.

Mucho más allá de representar iniciativas de profundo contenido cultural y turístico con las que el pueblo bonaverense se la está jugando toda, por la reactivación económica de este territorio ancestral de vida, la experiencia del avistamiento de ballenas articulada a plataformas de reivindicación de identidad y vitrinas de bebidas y productos con historia; así como las expresiones de oralidad, narrativas, currulao y cantos, en un paisaje colombiano integrador de ríos y cascadas con manglares, selva y océano, nos reta a decir #YoVoyABuenaventura

Existen todas las razones para ir, enuncio algunas y dejo para el cierre la más importante para mi. Una de ellas, lo inspirador que resulta el esfuerzo hecho por empresarios, emprendedores y comunidades de negros, mestizos e indígenas para integrarse desde un principio de inclusión a procesos de sostenibilidad económica con profundo respeto por un territorio que cuidan cada vez más y cuya imagen desean reivindicar ante el mundo.

Otra razón la constituye, la posibilidad que tenemos de solidarizarnos con los grupos poblacionales de destinos cuyo único ingreso se deriva del turismo y aportar a su recuperación después de un periodo de tan duras pruebas como el de esta pandemia de la cual son sobrevivientes. Al tiempo apoyamos visitando estos fantásticos territorios, mientras acogemos las recomendaciones de las Organizaciones Mundiales de la Salud y del Turismo, en el sentido de priorizar para nuestro disfrute y descanso los destinos de turismo de naturaleza que minimizan la posibilidad de contagios y, por el contrario, nos ofrecen ese baño de salud que solo el mar y el sol brindan.

Hago un paréntesis para dar un aplauso y de pies, a los líderes y lideresas de Buenaventura que se mantienen firmes y resilientes, remando para sacar su tierra adelante. A los amigos de la Corporación Buenaventura Cultural y Turística liderada por John Lerma y sus presidente y vicepresidente de Junta Edwin Zuluaga y Saúl Monard. Éste último, artífice y gestor de uno de los espacios más impresionantes y ejemplarizantes de la Ciudad. En Café Pacífico, cada plato servido a la mesa representa una historia de vida, resistencia y dignidad. Mi ovación para los estudiantes y docentes del Programa de Hotelería y Turismo de la Universidad del Pacífico, de la Escuela Taller del Sena y de la Escuela de Turismo de la Universidad Autónoma que han sabido poner los reflectores sobre el territorio; a los afiliados y directivos de Asotur Pacífico con Johanio Álvarez a la cabeza y los de la Cámara de Comercio de Buenaventura -una proeza sobrevivir en una ciudad de servicios, donde no hay industria y son sus comerciantes quienes sostienen en más de un 80% la productividad de la Ciudad-Puerto; al gobierno Distrital por articularse a las dinámicas de un sector privado que tiene la intención de generar sostenibilidad desde el reconocimiento y respeto por lo raizal y los procesos comunitarios, como nos enseña el promotor de la joyería, artesanía y moda afro, Ariel Vizcaino; a las mujeres de Buenaventura, ciudad de matronas con aroma y perrenque de mujer y a sus niños y niñas que como pocos en el País, no se han dejado imponer los nuevos ritmos porque con todo y tecnología, aún responden primero a una marimba que a otro instrumento cuando de moverse se trata.

A dos horas y media de la capital vallecaucana por vía terrestre, después de atravesar una imponente infraestructura vial de carreteras recuperadas para usted y majestuosos túneles, está ubicada la la ciudad-puerto donde se aspira siempre la brisa pura; la misma tiene hoy, en Angélica María Mayolo Obregón, a la Ministra de Cultura negra más joven de la historia Republicana de Colombia.

Finalizo con la que anuncié como la razón más potente para responder a la invitación de conocer, reconocer o volver a Buenaventura y responder al llamado de las Yubartas…Han pasado 500 millones de años y nada ha detenido su migración a unas aguas que han encontrado tranquilas para dar vida. Un mensaje poderoso que podemos leer entre líneas…Dice la canción que “A veces llegan cartas”….Usted sus hijos y yo, podemos estar invitados a leerlas….Basta con venir al encuentro con las Yubartas para descifrarlas, mucho tienen por enseñarnos. Llegaron cartas de las Yubartas.

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jueves 5 de agosto, 2021
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