Cali, septiembre 1 de 2025. Actualizado: lunes, septiembre 1, 2025 21:15
Los “muchachos” en aprietos
Se vienen consultas internas en algunos partidos menos en el liberalismo y conservatismo. Claro que esas consultas internas también son manipuladas por “caciques” o por el bolígrafo de los que “mandan” y, dejan por tanto, de ser democráticas pero, al menos en ellas hay algo de debate, lo que no se ve en los partidos tradicionales, lamentablemente.
En estos no se permite la llegada de nuevas promociones a los que se trata de bloquear por considerarlos neonatos en política y los ubican en la parte de atrás de la fila, y mucho menos se dan a la tarea de salir a los barrios, veredas y ciudades a buscar nuevos liderazgos.
En política eso de mirar por encima del hombro, considerándose jefes de nada, sin tener méritos académicos o que, teniéndolos se creen superiores a los demás mortales, es un defecto del pasado que fue acabando con dichos partidos.
De la conformación de sus listas depende su futuro político, sin dinosaurios o depredadores de los presupuestos oficiales.
Esos “muchachos” del pasado deben ser conscientes que tuvieron su oportunidad, en algunos casos inmerecidos pero gracias a sus jefes pudieron ser secretarios de despacho, directores administrativos, concejales, diputados o congresistas y que ahora, ya bien jubilados algunos y en situación cómoda otros, deben, en beneficio de sus partidos, actuar como consejeros o asesores de quienes quieren llegar con su pensamiento político al partido que consideran como suyo.
A muchos nos preocupa que el conservatismo o liberalismo hayan perdido espacio, ese espacio que permitió realizar grandes obras sociales y de infraestructura gracias a extraordinarios líderes que de una u otra manera, expusieron sus tesis, sus preocupaciones, su visión, para ir a sacando adelante a un país que hoy está destruido por la ideología.
En esta coyuntura política por la que atraviesa nuestra Colombia, plena de incertidumbre, los partidos tradicionales tienen la gran oportunidad de salvarlo.
La gente está hastiada de aquellos que logran elegirse con un aval para después traicionarlo por motivos de “mermelada” a manos llenas y a los que menos les interesa la Patria.
No ayudemos a Platón en esos duros cuestionamientos filosóficos suyos cuando dijo que “los políticos son siempre lo mismo” o cuando aseveró que “el que no se atreve a ser inteligente, se hace político”.