Cali, septiembre 2 de 2025. Actualizado: lunes, septiembre 1, 2025 23:12

Crónica de Gustavo Álvarez Gardeazabal

Me debo al arroz

Gustavo Álvarez Gardeazábal

Desde hace unos días mis lectores y oyentes me asaltan a preguntarme sobre el arroz en mi vida y sus poderes salvadores.

La causa es mi novela EL PAPAGAYO TOCABA VIOLIN donde el narrador cuenta como a las 48 horas de haber nacido le salvaron su vida porque en vez de la leche materna que rechazaba ,le dieron colada de arroz.

La verdad es que no solo en ese momento el arroz, como a las víctimas sobrevivientes de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaky, me ayudó a sobrevivir.

Yo fui criado en un hogar y educado en colegios y universidades privadas porque mi padre era un cultivador de arroz en las tierras fértiles de la orilla del rio Cauca en el centro del Valle.

Yo me levanté entre medio de los tractores de oruga Case, de las cosechadoras Massey Harris, de las básculas romanas que pesaban bulto a bulto.

Me llevaban entonces a los lotes que regaban con aguas del río Riofrío o a los patios gigantescos donde se secaba el grano en el Molino Colombia de Tuluá.

Aprendí, con esta memoria que con la vejez se me ha vuelto asustadora, a desviar a pala las aguas correntías siguiendo los niveles que vi al vallenato de Joaquín Sierra trazar para que llegara a lo más recóndito del lote.

Si no hubiese sido por el arroz, y el sudor de mi padre de sol a sol, no habría tenido las comodidades que me acompañaron en la infancia ni haber podido ir a viajar y estudiar fuera de la patria.

El arroz daba entonces para todo eso. Tal vez por ello, cuando veo a los arroceros de una y otra parte de la geografía nacional protestando en las carreteras por el precio del grano y palpo la inutilidad del estado para estructurar unos esquemas de comercialización como se le dieron a los cafeteros, vuelvo a pensar en mi padre y repito sus frases sabias: ”la historia muestra que la tierra no ha enriquecido nunca a quienes la cultivan”.

Las ironías de la vida empero me han dado más duro. Por un daño hepático desde hace tres años no puedo comer arroz…

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lunes 1 de septiembre, 2025
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