Ospina nos arrodilló ante los violentos

El pasado 31 de mayo en horas de la noche, mientras nadie ejercía vigilancia, el alcalde Jorge Iván Ospina firmó el decreto 0304 de 2021, en el cual legitima el accionar de aquellos que han protagonizado los bloqueos en Cali, configurando un pésimo mensaje no solo para la ciudadanía de Cali, sino de todo el país. Como mandatario ha permitido que la institucionalidad se doblegue ante la presión violenta de una gran minoría, a quienes hoy ofrece todas las garantías sin exigir la libertad de su ciudad y de más de 2.4 millones de caleños que hemos sufrido las consecuencias de estos bloqueos criminales.

La actuación del alcalde durante más de un mes de escalamiento de violencia en Cali ha sido realmente lamentable, las acciones preventivas para la seguridad del grueso de los caleños han brillado por su ausencia, y por el contrario ha sido la permisividad la gran protagonista de sus accionar. Es imposible olvidar como el pasado 28 de mayo ordenó a la fuerza pública no salir a ejercer su labor constitucional, las consecuencias ya las conocemos todos: muertes, vandalismo, destrucción de locales comerciales, ataques coordinados al sistema de transporte masivo, entre otras.

Pero como si esto fuera poco, ahora, desafiando la orden del gobierno nacional de levantar los bloqueos en todo el país, el alcalde define instalar una mesa sin previamente exigir el levantamiento de los bloqueos de la ciudad. Es inaceptable sentarse a “negociar”, arrodillando el Estado y adquiriendo compromisos que comprometen el actuar legítimo de nuestra policía y ejército, sin siquiera tener la grandeza de pedir que levanten los bloqueos en las vías de Cali, un acto criminal contemplado así por el código penal colombiano.

Esto no se trata de un reclamo ideológico, se trata de un llamado a proteger la institucionalidad y la democracia que le permitió ser elegido como la primera autoridad de la ciudad. Esa democracia que permite ejercer derechos como el de la protesta pacífica, pero que también exige que se respeten el derecho a la libre movilidad, el derecho al trabajo, el derecho a la vida, a la salud, a la alimentación entre otros que han sido sistemáticamente vulnerados, pisoteados por quienes bloquean Cali.

Ospina lamentablemente parece haber decidido dejar de lado a la gran mayoría de los ciudadanos, y dedicarse a proteger a unos pocos que someten la ciudad al caos, a la violencia y que parecen tener la plena intención de destruir el desarrollo de nuestra ciudad.

Ante esto es imperativo que los caleños, como ciudadanos nos unamos para decir ¡Aquí estamos, y no vamos a permitir que entregue nuestra amada Cali a la paraestatalidad. A los líderes de la ciudad les pido, con todo respeto, pararse del lado de los ciudadanos y levantar su voz para exigir al alcalde el cumplimiento de sus obligaciones como alcalde, garantizar los derechos de TODOS los caleños.

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