Resucitó el embeleco

El país ha estado oyendo en los últimos 25 años de los dinerales que se han enterrado en el embeleco de los oligarcas pobres de Manizales para construir un aeropuerto en Palestina.

A todos los presidentes los han ordeñado y cuando se creía que esa terca idea de armar la pista de aterrizaje en inmediaciones del casco urbano de Palestina ya estaba olvidada ,el Ministerio de Transporte del gobierno Petro acaba de comunicarnos que una vez más ese botadero de dinero está dispuesto a seguir recibiendo impulso económico con la plata del presupuesto nacional.

En un estridente y hasta ridículo comunicado, que acogió con grandes títulos El Tiempo, sin pasarlo por el más mínimo tamiz ni hacerle comentario alguno, nos cuentan que se eliminó la barrera técnica que impedía la construcción de Aerocafé, como si no tuviera 10 barreras más.

Y sin que les de pena, usando otra vez la gastada figura del convenio interinstitucional entre Inficaldas, Infimanizales, la Gobernación de Caldas, las alcaldías de Manizales y Palestina, una tal Asociación Aerocafé y el Patrimonio Autónomo, van a construir la subterranización del tramo de la línea eléctrica La Esmeralda-La Enea, que actualmente cruza por la futura pista del aeropuerto.

No se habla de cuanta plata van a botar nuevamente pero si advierten ya que la pista será de solo 1.460 metros de largo por 30 de ancho, la que no permitirá que lleguen aviones con más de 70 pasajeros, es decir, harán un réplica del aeropuerto de La Nubia, que hoy sirve a Manizales.

Nada para los aviones Boeing 737-800, ni los Airbus 320 que necesitan mínimo 2.200 metros para el despegue.

En otras palabras, que el capricho de los oligarcas pobres de la capital de Caldas se impuso por encima de la razón y de la lógica del gobierno de izquierda y los colombianos pagaremos todos esos resabios ancestrales.

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