Una apuesta por la participación política de la mujer

Dilian Francisca Toro Torres

Como mujer, he sido consciente de las grandes barreras que tenemos para alcanzar una participación política que verdaderamente exprese las ideas y el sentir de quienes representamos el 50% de la población de nuestro país. Por eso, desde que asumí la dirección de La U en el 2020, una de mis prioridades fue la consolidación de diversas herramientas para incentivar la participación política de la mujer, que actualmente es menor al 30% en todos los escenarios de decisión.

Con este propósito impulsamos como colectividad, una estrategia diferencial para mitigar dichas barreras y consolidarnos como un partido atractivo para las mujeres colombianas, porque además de avanzar en estrategias de participación política que le permite a las ciudadanas lanzarse con el aval de nuestra colectividad, nos constituimos en un partido que lucha para mejorar la calidad de vida de las mujeres con rigurosidad, entusiasmo y a partir de la radicación de proyectos de Ley que hoy hacen su trámite en el Congreso de la República.

La primera acción que llevamos a cabo fue la modificación de los Estatutos al interior de nuestra colectividad, que permitió crear la Coordinación de Mujeres, la cual ha estado a cargo de plantear una relación directa con las militantes, lideresas y credenciales del Partido. Es así como se han atendido requerimientos de 176 edilesas, 304 concejalas, 5 diputadas y 2.800 lideresas.

También, implementamos a nivel nacional el ‘Protocolo para la prevención de la violencia política contra las mujeres’, en articulación con la Misión de Observación Electoral. Dicho protocolo responde a una de las barreras que existen en Colombia para incentivar la participación política de las mujeres, y es que la violencia política en su contra, desestimula su llegada al ámbito político. Además, creamos el ‘Protocolo de prevención de la violencia sexual en el ámbito laboral’, al interior del partido, para mitigar todos los tipos de violencias a las que se ven enfrentadas las mujeres.

Así también, radicamos en el Congreso de la República proyectos para mejorar la calidad de vida de madres cuidadoras; incentivar la creación de empleos para las mujeres en el sector de la infraestructura; mitigar la violencia contra la mujer en términos de acceso a la ruta de atención, y propusimos disposiciones legales para los deudores morosos en el tema de alimentos. Adicionalmente, en articulación con institutos cooperantes internacionales tales como el NDI, IRI y el Nimd, hemos formado a más de 300 mujeres, entre lideresas y candidatas.

De este modo, por primera vez en La U, hemos logrado transformar los modos de llevar a cabo los procesos políticos de las mujeres, con rigor, capacidad técnica y herramientas certeras. Esto ha permitido no solo atraerlas hacia el partido, sino transformar los imaginarios colectivos que impulsan con estrategias diferenciales, permitiendo posibilidades reales de construir en igualdad. También, hemos conseguido posicionarnos como una fuerza política que plantea debates, formula proyectos de Ley, impulsa líderes regionales y que innova en la forma de hacer las cosas.

Precisamente, fortalecer el papel que desempeñamos las mujeres en la sociedad ha sido una de mis prioridades a lo largo de mi trayectoria. Como Senadora, junto a la Bancada de Mujeres, que creé siendo presidenta del Congreso, realizamos la Ley 1257 que previene y sanciona la violencia contra la mujer y las leyes que promueven la equidad de género.

Además, fui la primera gobernadora del Valle del Cauca elegida por voto popular, liderando un gabinete constituido en más de un 60% por mujeres a cargo de dependencias claves de gobierno. Durante mi gestión trabajé por el empoderamiento, la autoestima, la autonomía económica y la prevención de la violencia de género, a través de diferentes estrategias y programas de gobierno.

Estoy convencida del papel fundamental que las mujeres jugamos en nuestra sociedad, porque tenemos las cualidades de trabajar con eficiencia y transparencia. Con acciones como estas es como podemos proyectar todo lo bueno que se genera cuando nosotras ejercemos nuestro liderazgo. Por eso, invito a todas las mujeres colombianas a no desfallecer y a que aprovechen los espacios de participación como el que ofrecemos en La U, para así lograr la construcción de un país más justo, incluyente, equitativo, próspero y en paz.