Una luz de esperanza

Natalia Bedoya

Llegaron las vacunas contra el covid-19 a Colombia, un motivo de esperanza que nos alienta a que podemos superar esta pandemia que ha cobrado tantas vidas humanas.

Los primeros en recibirla serán el personal médico, quienes han estado durante más de un año en primera línea de exposición a este mortal virus, los adultos mayores a quienes la infección por este virus los golpea con más fuerza.
Hay esperanza, iniciamos un proceso de vacunación que va a salvar vidas, pero como es usual en este país, la polarización volvió a ser protagonista en las primeras jornadas de vacunación.

Pareciera que a algunos políticos incitadores de odio no les alegra la llegada de lo que será el fin a una pandemia que acabó con miles de empresas y dejó desempleados a un gran porcentaje de colombianos.

La vacuna no tiene color político o le pertenece a algún sector político, esta vacuna es una esperanza para la vida de todos; que el presidente Iván Duque y su equipo de gobierno acompañen el inicio del proceso de vacunación no significa politización, como mandatario de todos los colombianos está en su derecho de hacerlo, además de mostrar apoyo y dar seguridad a aquellas personas que cuestionan la eficacia de esta vacuna.

Es momento de pensar como país y dejar a un lado tanto individualismo partidista. La vacuna representa la oportunidad de vencer el covid-19 y punto, con ella no se hacen campañas políticas, se salvan vidas.

Pero también debemos recibir otra vacuna, una contra la polarización, el odio irracional, la corrupción, las mentiras, la politiquería, las malas acciones que nos llevan a ser malos seres humanos.

Es momento de vacunarnos contra todo aquello que no nos deja avanzar y no nos permite llegar a ser una sociedad mejor, una Colombia con mayor equidad, justicia y legalidad.

Es momento de demostrar que Colombia es mucho más que una pelea entre partidos políticos, Colombia es un país con ganas de mejorar y salir adelante. Gracias por las vacunas, presidente Duque.