Cali, enero 10 de 2025. Actualizado: jueves, enero 9, 2025 21:57
“Viviendo sabroso”
El presidente Petro tuvo razón, por única vez, en regañar a doña Francia Márquez por la inercia con que ha manejado el Ministerio de la “Igualdad”, un organismo inoperante, con el presupuesto más alto entre todos los ministerios, con ocho viceministerios y ni sabe que otros cargos con salarios increíbles.
Lo cierto es que ese ministerio no tiene razón de existir.
La queja del presidente por una de las patologías más tristes y dolorosas que vive el país como es ver por las principales zonas de las capitales de Colombia a miles de jóvenes y adultos recorriendo las calles en un estado lamentable por causa de la drogadicción y del alcoholismo, tiene su razón de ser.
Es impresionante ver cómo ha aumentado dramáticamente este flagelo.
Verlos pidiendo dinero para comprar la dosis venenosa, con “mechas” rasgadas y desnutridos, duele.
No se justifica esta triste situación cuando el Estado está obligado a velar por la recuperación de estos seres humanos y no lo cumpla.
Por el contrario, tal parece que esta problemática social ha sido dejada a la deriva, como si ello fuera algo normal, máxime cuando se ve a la ministra y vicepresidente, viviendo lujosamente, sin contratiempos, mientras muchos compatriotas viven situaciones difíciles.
Igualmente, el gobierno nacional se ha equivocado en aspectos sociales tan crudos como el de la vivienda, el de la educación, no solo por lo del Icetex, el deporte también, la salud, renglones en los que están inmersos los pobres, que son los que más sufren por esas decisiones.
Desde el gobierno se reitera siempre que los ricos son responsables. No.
Esa es una visión ideológica mal intencionada, pues estos son los que producen, tienen como enfrentar sus necesidades o, en últimas, gracias a sus recursos, deciden irse del país a buscar nuevos horizontes mientras los más vulnerables se quedan padeciendo.
Esa narrativa cansona de achacarle culpas a los que tienen o a la no aprobación de la “ley de financiamiento”, es una desviación de la verdad.
El gobierno, recién posesionado, con Irene Vélez o Carolina Corcho, por mencionar algunos funcionarios o exfuncionarios, dejó entrever sus intenciones de menoscabar logros y actividades, lo que, lamentablemente, es parte de una mentalidad política que impone esa regla de “igualar por lo bajo”.
Colombia no se merece eso.