Cali, junio 21 de 2025. Actualizado: viernes, junio 20, 2025 23:20

Desde la sala de redacción, 35 años de periodismo

Venezuela: el espejo que no queremos mirar

Venezuela: el espejo que no queremos mirar
Foto: ChatGPT
viernes 20 de junio, 2025

Venezuela: el espejo que no queremos mirarPor: Rosa María Agudelo – Directora Diario Occidente

Desde el suroccidente de Colombia, la relación con Venezuela puede parecer distante.

Sin embargo, en mis inicios como periodista, ya aparecía en mis informes por su importancia económica.

En los años 90, Venezuela era el principal mercado de exportación para Colombia, y su estabilidad política y económica contrastaba con nuestra crisis interna.

Aunque las tensiones por el Golfo de Venezuela habían disminuido, el tema resurgía de vez en cuando en la agenda binacional.

La llegada de Hugo Chávez al poder y la consolidación de su modelo autoritario cambiaron radicalmente la historia de Venezuela y su relación con Colombia. La crisis de su democracia, el colapso económico y la migración masiva han sido temas recurrentes en mi agenda periodística.

He sido testigo de cómo, en menos de 20 años, un país petrolero pasó de ser uno de los más ricos de América Latina a convertirse en un lugar del que millones huyen para sobrevivir.

Venezuela es un espejo incómodo, una advertencia de lo que puede suceder cuando se erosiona la democracia y el populismo captura las instituciones.

Igualmente un espejo de como una economía colapsa cuando se la maneja con ideología. Venezuela no es un caso aislado, ni un destino imposible para Colombia.

Entender la historia reciente de Venezuela es también una manera de prevenir nuestro futuro.

De socios estratégicos a vecinos en tensión (1990-1999)

En los años 90, la relación entre Colombia y Venezuela se basaba en la cooperación económica. Venezuela era el principal socio comercial de Colombia, con un intercambio de bienes que beneficiaba especialmente al suroccidente del país.

Sin embargo, la estabilidad no era absoluta. Uno de los primero episodios de esa tensión lo registré en 1995. La crisis diplomática por el incidente del Corbeta Caldas elevó las tensiones en el Golfo de Venezuela.

Sin embargo, Venezuela se volvió un tema recurrente después de 1998, cuando Hugo Chávez ganó las elecciones, marcando el inicio de la “Revolución Bolivariana“.

La llegada de Chávez al poder marcaría el fin de la Venezuela estable y el inicio de una nueva era en la relación con Colombia.

Chávez y el inicio de la crisis venezolana (1999-2013)

Hugo Chávez transformó a Venezuela en un régimen populista basado en el control del Estado sobre la economía y la política.

Su relación con Colombia fue de altibajos, oscilando entre el discurso de hermandad y las acusaciones de intervención en asuntos internos.

Durante su mandato hubo varios momentos de alta tensión sobre los cuales sin duda debí escribir muchos titulares.

  • En 2002, el golpe de Estado contra Chávez y su regreso al poder fortalecieron su discurso de enemigo del “imperialismo“.
  • En 2005, la expropiación de empresas privadas afectó a empresarios colombianos con inversiones en Venezuela.
  • En 2007, Chávez intervino en el proceso de paz con las FARC, generando tensiones con el gobierno de Uribe.
  • En 2010, Chávez y Uribe rompieron relaciones diplomáticas por denuncias sobre presencia de guerrilleros en Venezuela.

Chávez consolidó un modelo de poder autoritario que terminó destruyendo la economía venezolana y aceleró la crisis democrática.

Maduro y el colapso de Venezuela (2013-2024)

Con la muerte de Chávez, Nicolás Maduro asumió el poder y llevó a Venezuela a una crisis sin precedentes.

La escasez de alimentos y medicinas, la inflación descontrolada y la represión política hicieron que millones de venezolanos huyeran del país.

  • En 2015, comenzó la ola migratoria venezolana hacia Colombia.
  • En 2016, el colapso de PDVSA llevó a la industria petrolera a su peor crisis.
  • En 2017, protestas masivas contra Maduro fueron brutalmente reprimidas.
  • En 2019, Juan Guaidó se proclamó presidente interino con el apoyo de EE.UU. y Colombia, pero no logró debilitar el régimen. Ese año empezó la crisis energética.
  • Los apagones, que aún persisten, son atribuidos por el gobierno a sabotajes y ataques, mientras que expertos señalan la falta de inversión, el deterioro de la infraestructura y la mala gestión como las principales causas de la crisis energética en Venezuela
  • En 2022, Gustavo Petro restableció relaciones diplomáticas con Maduro y reabrió la frontera.
  • En 2024, las elecciones presidenciales en Venezuela estuvieron marcadas por denuncias de fraude y la represión de la oposición. Edmundo Gonzalez presentó actas que demostraban ser el ganador de la contienda.
  • El 10 de enero de 2025, Nicolás Maduro asumió un tercer mandato presidencial en medio de tensiones políticas y sociales. El presidente Petro no asistió a la ceremonia de posesión de Maduro, pero envió al embajador. Asi, no reconoce plenamente la legitimidad del nuevo mandato de Maduro, pero mantiene canales de comunicación para abordar asuntos de interés mutuo.

La dictadura de Maduro consolidó el colapso de Venezuela, mientras Colombia ha asumido el reto humanitario de recibir a más de 2.5 millones de migrantes venezolanos.

La migración: el rostro humano de la crisis venezolana

Desde 2015, la crisis venezolana se empezó a sentir con fuerza en Colombia. En las carreteras empezamos a ver los cientos de caminantes, rostros agotados, familias enteras con sus pocas pertenencias a cuestas, cruzan la frontera buscando una oportunidad para empezar de nuevo.

En Cali empezaron a surgir los campamentos cercanos a la terminal. No llegan solo con hambre o miedo, sino con la esperanza de reconstruir sus vidas en un país que no siempre los recibe con los brazos abiertos.

La migración masiva no es solo un reto logístico, sino una prueba para la sociedad. Su llegada ha afectado el mercado laboral, ha exigido mayores recursos para los sistemas de salud y para la educación.

Incluso, ha estado vinculado a factores de inseguridad. Como periodistas tuvimos que aprender a cubrir el fenómeno para evitar discriminación y no alentar la xenofobia.

La migración venezolana es una crisis humanitaria que seguirá impactando a Colombia en los próximos años.

¿Es Venezuela nuestro destino?

He visto a Venezuela desde la distancia y, al mismo tiempo, la he tenido presente en mis informes durante décadas.

Primero como un socio comercial clave, luego como un país en crisis y, finalmente, como un reflejo de lo que no queremos ser.

El riesgo de sucumbir como Venezuela sigue presente. No se trata de discursos alarmistas, sino de comprender que la erosión de la democracia y la economía no ocurre de la noche a la mañana, sino en un proceso gradual que muchas veces es invisible hasta que es demasiado tarde. Y lo cierto es que esta preocupación no es exclusiva de unos pocos.

Un estudio de opinión realizado en 2025 por el Instituto de Ciencia Política Hernán Echavarría Olózaga y YanHaas reveló que un 51% de los colombianos cree que los gobiernos de Gustavo Petro y Nicolás Maduro siguen caminos similares, mientras que un 62% percibe que la relación entre ambos mandatarios es muy cercana, algo inconveniente para Colombia.

Además, un 8% de los encuestados identificó a Venezuela como una amenaza para la democracia colombiana, dado el papel del país vecino como refugio de grupos armados ilegales como el ELN y las disidencias de las FARC, organizaciones que continúan operando con impunidad a ambos lados de la frontera.

¿Hemos aprendido algo de la tragedia venezolana o estamos en el camino de repetir sus mismos errores? La historia de nuestro vecino nos enseña que la institucionalidad puede debilitarse sin que nos demos cuenta, que la democracia puede ser sacrificada por la promesa de estabilidad, y que cuando el poder se concentra sin límites, las crisis dejan de ser coyunturales para volverse permanentes.

La seguridad nacional no solo depende de las fuerzas del orden, sino también de la fortaleza de nuestras instituciones y de nuestra capacidad para evitar que modelos autoritarios se filtren en la política nacional

Si las percepciones actuales son un presagio o solo una señal de alerta dependerá de las decisiones que como sociedad tomemos en los próximos años.

Desde la sala de redacción: 35 años de periodismo

Este proyecto es una mirada al pasado, al presente y al futuro de Colombia a través de la experiencia periodística. A través de estas crónicas, busco no solo recordar, sino entender las lecciones que el tiempo nos ha dejado.

Porque el periodismo no es solo contar la historia, sino cuestionarla y, en ocasiones, desafiarla.

📖 Encuentra las anteriores entregas de nuestra sección 👉 aquí


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