Cali, diciembre 4 de 2025. Actualizado: miércoles, diciembre 3, 2025 23:18
Las excusas del gobierno Petro ocultan una decisión tomada desde la retaliación
El tren de cercanías, víctima política
La discusión por el tren de cercanías dejó de ser técnica y se convirtió en un pulso político.
A medida que se conoce más información sobre tema, es evidente que la decisión del presidente Gustavo Petro de negar la cofinanciación no obedeció a razones de fondo, sino a un acto de revancha contra la gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, y el alcalde de Cali, Alejandro Eder.
Además, el anuncio del propio presidente, quien afirmó que no financiaría el tren porque la bancada vallecaucana no respaldó su reforma tributaria, deja clara la motivación.
El tren de cercanías no es un capricho político, es un proyecto que mejoraría la calidad de vida de quienes hoy pierden horas en desplazamientos entre Cali y los municipios del sur del Valle.
También generaría miles de empleos e impulsaría el desarrollo regional. Sin embargo, la negativa del gobierno nacional detuvo una inversión estratégica para una región que necesita soluciones reales en movilidad.
Por otra parte, resulta desconcertante que congresistas, diputados y concejales vallecaucanos alineados con el presidente se sumen a las críticas contra un proyecto que beneficiaría a sus propios territorios.
La reacción del presidente y su comité de aplausos ante las gestiones alternativas de la gobernadora y el alcalde en busca de recursos para el tren refuerza la idea de una oposición política disfrazada de argumento técnico.
Cada vez que se explora una vía de financiación, como una alianza público-privada, surgen críticas inmediatas. Lo mismo ocurrió esta semana cuando los mandatarios se reunieron con John McNamara, encargado de negocios de Estados Unidos en Colombia, para evaluar opciones de apoyo.
Las excusas recientes tampoco se sostienen. El Gobierno afirmó que Jamundí no cumplió los requisitos para la cofinanciación, pero la Alcaldía demostró lo contrario.
Además, presentó vigencias futuras, acreditó capacidad presupuestal, atendió las observaciones técnicas y financieras y aprobó un acuerdo municipal.
El problema que bloquea el tren no está en Jamundí, Cali o el Valle: está en la decisión política del gobierno Petro.

