Cali, julio 15 de 2025. Actualizado: lunes, julio 14, 2025 23:16
Hablar de 2026 es defender la democracia y su calendario inamovible.
Las elecciones no se tocan
El calendario electoral ya se puso en marcha y esa es, de entrada, una buena noticia para Colombia.
Hablar de elecciones desde ahora no es prematuro ni repetitivo, es necesario. Cada vez que recordamos que en 2026 elegiremos nuevo Congreso y nuevo presidente, reafirmamos algo fundamental: que la democracia colombiana sigue viva y no se detiene.
Ni siquiera en los peores años de la violencia guerrillera, paramilitar y narcotraficante el país suspendió el derecho a elegir y ser elegido, ni siquiera cuando tres candidatos presidenciales fueron asesinados en 1990 se frenaron los comicios.
Y esa lección vale hoy más que nunca, porque mientras desde algunos sectores se insiste en probar ideas peligrosas, como revivir la reelección inmediata, el alargue de periodos y hasta la suspensión de las elecciones, la Registraduría ya puso sobre la mesa las fechas clave para la inscripción de cédulas y de candidatos, consultas partidistas, elecciones legislativas y primera y segunda vuelta presidencial, lo que equivale a una declaración poderosa: la democracia no para.
Por eso, cada colombiano debe entender que defender el proceso electoral va más allá de un derecho, es un deber.
No es el gobierno de turno el que decide si hay o no elecciones, ni quién organiza la logística, esa es función de la Registraduría, que debe seguir siendo autónoma, sin interferencias de intereses políticos.
La democracia no se suspende porque a unos no les gusten las reglas cuando no tienen garantizado el triunfo.
Hoy más que nunca se necesita que la ciudadanía valore esa oportunidad invaluable de votar y elija con información y conciencia, que sepa que la única forma legítima de expresión del “pueblo” es a través del voto individual y secreto en las urnas, no a través de caudillos que se autoproclaman voz de todos.
Falta menos de un año para que se elija un nuevo Congreso. Falta poco más para que Colombia tenga un nuevo presidente. Las elecciones deben realizarse sí o sí.
Defenderlas, hablar de ellas y prepararlas es demostrar que este país valora y protege su democracia.