Elecciones en riesgo por la “paz total”

Esta semana, durante una visita a Popayán, el registrador Nacional del Estado Civil, Alexander Vega, manifestó que las elecciones en el Cauca podrían aplazarse debido a los problemas de orden público. Las declaraciones del jefe del organismo electoral permiten dimensionar la magnitud del problema de violencia que se vive en varias regiones del país, donde el repliegue de la fuerza pública, atendiendo las órdenes de la política de “paz total” del gobierno nacional, han permitido la consolidación de los grupos criminales a tal nivel que no hay garantías para que se realicen las votaciones del 29 de octubre.

No es sólo el registrador quien ha lanzado alertas ante el avance del crimen en los territorios, esta semana los gobernadores, mediante una carta, le solicitaron al presidente Gustavo Petro tomar medidas ante el aumento de la violencia y la inseguridad en los departamentos, que es evidente, pero la única respuesta que obtuvieron fue una descalificación del ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, quien los llamó “hipócritas” e insinuó que los reclamos de los mandatarios seccionales tienen intereses electorales.

Si el gobierno nacional no se ha dado cuenta de la compleja situación de seguridad de las regiones es muy grave, pero más grave aún sería que Petro y Velasco trataran, por quien sabe qué razón, de minimizar un problema que hace rato pasó de castaño a oscuro.

El 29 de octubre debe haber elecciones en toda Colombia. A casi dos meses y dos semanas de esa fecha, hay tiempo suficiente para que el Estado recupere el control territorial y garantice el derecho de todos los colombianos a votar, pero, claro, esto implica permitir que la Policía y las Fuerzas Militares asuman una posición ofensiva contra los grupos armados ilegales, algo con lo que claramente el presidente de la República no está de acuerdo.

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