Hay que superar la crisis de confianza

En un reciente conversatorio en Cali, el exministro Mauricio Cárdenas expuso con claridad la compleja coyuntura que atraviesa Colombia.

Sus reflexiones subrayaron la necesidad urgente de un despertar colectivo ante la incertidumbre y el estancamiento que aquejan al país, pues más allá de una crisis económica, enfrentamos una parálisis social y una alarmante falta de confianza que amenaza nuestro desarrollo futuro.

La disminución de la inversión interna es un síntoma preocupante de esa desconfianza generalizada. El país está expectante frente a lo que sucederá en 2026, pero, como bien señala Cárdenas, el momento de actuar es ahora.

No podemos permitir que las cortinas de humo del gobierno nacional nos distraigan de los problemas reales. La estrategia gubernamental, llena de ruido y confusión, nos lleva a un peligroso escenario que podría ser utilizado como pretexto para decisiones equivocadas bajo el manto de una emergencia económica.

Por lo anterior, este es un momento crítico en el que los ciudadanos deben demostrar que son más país que gobierno. ¿Qué quiere decir esto? Que la ciudadanía no debe permitir que se otorgue más poder al ejecutivo; por el contrario, es vital mantener los contrapesos, herramientas para proteger la democracia y la libertad económica, y, además, que cada colombiano debe asumir su responsabilidad y contribuir activamente al bienestar del país, porque el futuro de la nación depende de la capacidad para mantenernos enfocados en un desarrollo sostenible y justo, sin dejarnos desviar por las maniobras políticas.

La economía, la seguridad y el bienestar de la nación requieren atención y acción inmediata, por un lado, en defensa de la institucionalidad y la democracia y, paralelamente, con una agenda que demuestre que el nivel de vida mejora con empleo y oportunidades, no con discursos cargados de ideología.

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