Presidente Petro, primero hay que ordenar la casa

El presidente Gustavo Petro anunció que el oro incautado por la Sociedad de Activos Especiales será destinado a acciones humanitarias en la Franja de Gaza.

El gesto puede parecer noble, pero resulta desconcertante en un país donde millones de personas viven en pobreza y las necesidades básicas siguen sin resolverse.

Colombia no está en condiciones de destinar recursos al extranjero cuando enfrenta una de grave crisis social interna.

Una cosa es ser solidarios y otra, olvidar las prioridades. ¿Dónde quedó el compromiso con La Guajira, que sigue esperando agua potable? ¿Y el Chocó, donde los hospitales colapsan y la infraestructura es inexistente? Más del 9 % de la población colombiana vive en pobreza extrema.

En medio de esa realidad, el país necesita soluciones concretas, no gestos simbólicos que buscan más figuración internacional que impacto real.

Además, la pregunta es inevitable: ¿tiene el presidente la facultad para disponer de recursos del país en beneficio de otro Estado? En medio de un déficit fiscal creciente y con una nueva reforma tributaria en preparación para recaudar 23 billones de pesos, resulta irresponsable que el gobierno destine activos nacionales para atender los problemas de otro país.

Es una contradicción que golpea la credibilidad de una administración que pide más impuestos mientras posterga sus obligaciones con la salud, la educación y la seguridad.

No se cuestiona la solidaridad, sino la coherencia, es sólo que Colombia no puede darse el lujo de regalar lo que no tiene.

La generosidad comienza por atender a los propios, por resolver los problemas del país primero, y este gobierno, está lejos de ello.

A Colombia no le sobra nada, por el contrario, le hace falta mucho. Y un gobierno responsable debería entender que la verdadera grandeza no está en figurar en los titulares del mundo, sino en cumplir con su gente primero.

Comments