Cali, junio 1 de 2025. Actualizado: sábado, mayo 31, 2025 19:51
El Valle y Colombia necesitan diálogo, no otro estallido que nos deje más fracturados.
Hora de unirse, no de enfrentarse
Este miércoles y jueves, el país enfrenta una nueva jornada de paro nacional, convocado por algunas centrales obreras, promovido por el gobierno y respaldado de manera abierta por el presidente Gustavo Petro.
Aunque se insiste en que será una movilización pacífica, la tensión que se ha generado en todo el territorio nacional, y particularmente en el suroccidente, recuerda los episodios más oscuros del estallido social de 2021, cuando las protestas se salieron de control y dejaron una profunda huella de división, dolor y desconfianza.
El Valle del Cauca fue uno de los departamentos más afectados durante ese periodo. Cali vivió semanas de bloqueos, escasez de alimentos y enfrentamientos.
En lugar de fortalecer la democracia, aquellos días minaron los vínculos entre ciudadanos, instituciones y autoridades, que ha costado mucho recuperar y que no deben ponerse nuevamente en riesgo.
Por eso, frente al nuevo llamado a la movilización, hecho esta vez desde el propio gobierno, el clamor debe ser distinto: unidad, sensatez y respeto.
Colombia no puede dejar que las legítimas diferencias se transformen en trincheras y menos aún puede permitir que sea el propio presidente de la República quien aliente esa polarización con discursos que dividen entre “pueblo” y “oligarquía”, entre “buenos” y “malos”.
El Valle del Cauca, con todos sus retos, ha demostrado que es capaz de superar los momentos más difíciles cuando actúa unido.
Hoy más que nunca se necesita un liderazgo que convoque, no que confronte; que escuche, no que imponga.
Ni las calles ni las redes ni las instituciones deben convertirse en escenarios de odio, el verdadero poder del pueblo está en la capacidad de construir juntos, no en enfrentarse entre sí.