¿Murillo, el de Petro?

En medio de la larga lista de congresistas del Pacto Histórico y miembros del gobierno del presidente Gustavo Petro que aspiran a sucederlo en 2026 hay un inminente candidato que viene ganando espacio.

Hasta el momento se ha dicho que a senadora María José Pizarro, por razones ideológicas y sentimentales –al ser la hija de Carlos Pizarro-, es la preferida del presidente Gustavo Petro entre el amplio abanico de aspirantes presidenciales del petrismo, pero hay otra figura que se viene abriendo paso y cuyo origen no es el M-19…

Se trata del canciller, Luis Gilberto Murillo, quien en medio del deficiente gabinete ministerial es, tal vez, el ministro que mejor cumple el perfil del cargo que ocupa y, con sus buenas maneras, se ha convertido en uno de los mejores representantes y defensores del gobierno nacional.

Si bien el triunfo del presidente Donald Trump en Estados Unidos es interpretado como un revés para la candidatura presidencial de Murillo, pues construyó muy buenas relaciones con el gobierno del saliente presidente Joe Biden, el canciller dejó excelentes relaciones bipartidistas en Estados Unidos en su paso como embajador de Colombia en Washington.

Por lo anterior, ante la preocupación que genera en la política estadounidense que el sucesor de Petro sea un izquierdista, hay políticos demócratas y republicanos que consideran que impulsar la eventual candidatura del canciller puede dar garantías.

Murillo se ha convertido en un funcionario cada vez más cercano a Petro, lo que lo posiciona dentro de la competencia por el guiño presidencial, pero, al mismo tiempo, le representa la animadversión de los sectores fanáticos del gobierno, que creen que la apuesta por la sucesión debe ser únicamente con un candidato de izquierda.

A su favor, el canciller tiene sus relaciones con la clase política y la cercanía de figuras como el expresidente Juan Manuel Santos, que podrían impulsarlo si su candidatura toma fuerza.

La competencia por el guiño de Petro se pone cada vez mejor…

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