Salvajina cambió hace 40 años la historia del Valle

A 40 años de su inauguración oficial, el embalse y la Central Hidroeléctrica de Salvajina se consolidan como una de las obras más determinantes para el desarrollo del Valle del Cauca.

Concebida como un proyecto de regulación hídrica y generación energética, esta infraestructura transformó el comportamiento del río Cauca y, con ello, el futuro económico y social de la región.

El camino hacia su construcción fue largo. Entre 1977 y 1981 se realizaron los primeros trabajos de montaje y obras preliminares, que abrieron paso a la fase mayor del proyecto.

Pero el verdadero nacimiento del embalse ocurrió en enero de 1985, cuando inició el llenado que dio origen a un cuerpo de agua de 30 kilómetros de longitud.

Meses después, en junio, la estructura fue bautizada oficialmente con el nombre de “Ciro Molina Garcés”, y en agosto entraron en operación las turbinas que generaron los primeros 90.000 kilovatios de energía.

Referente

El costo total del megaproyecto ascendió a 285 millones de dólares de la época, una suma que hoy equivaldría a cerca de 855 millones.

Sin embargo, más allá de su valor económico, Salvajina se erigió como un referente de ingeniería y planificación a largo plazo.

Su capacidad de retener caudales en época de lluvias y liberarlos en temporadas secas ha sido fundamental para evitar las históricas inundaciones que afectaban al Cauca y, al mismo tiempo, prevenir racionamientos energéticos en la región.

Cuatro décadas después, Salvajina continúa operando de manera impecable y reafirmando el impacto de una gestión eficiente.

Hoy, el embalse se encuentra al 56 % de su nivel, preparándose para enfrentar una nueva temporada de disminución de lluvias.

Su vigencia confirma que las obras bien concebidas y ejecutadas pueden trascender generaciones, sosteniendo no solo la seguridad hídrica y energética, sino también el bienestar de miles de habitantes del suroccidente colombiano.

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