Cali, agosto 1 de 2025. Actualizado: viernes, agosto 1, 2025 21:36

La teoría del “yo fantasma”

Hay personas que sienten que alguien más habita dentro de ellas

Hay personas que sienten que alguien más habita dentro de ellas
Foto: IA
viernes 1 de agosto, 2025

Hay quienes caminan por el mundo sintiendo que no están solos dentro de su propia mente.

No se trata de tener pensamientos contradictorios ni de escuchar voces externas, sino de experimentar una presencia interna ajena, como si otra conciencia los habitara, los observara o incluso los guiara.

A esta experiencia, algunos la han llamado el “yo fantasma”: una especie de compañero invisible que coexiste dentro del mismo cuerpo.

Aunque la ciencia y la espiritualidad dan respuestas distintas, ambas coinciden en que esta sensación no es tan extraña ni tan infrecuente como parece.

Y que, lejos de ser un simple delirio, puede esconder capas complejas de la mente y el alma humana.

El doble que te habita

Las personas que experimentan el “yo fantasma” suelen describirlo como:

Una voz interior que no suena como la suya.

Una sensación de ser observadas desde dentro.

Un pensamiento que aparece como si viniera de otro ser.

Un impulso que no reconocen como propio.

A veces, este “otro yo” aparece en momentos de crisis, dolor o decisiones importantes.

Puede actuar como protector, juez, crítico o incluso como una versión más sabia del individuo.

Desde la psicología

La psicología clínica ha explorado este fenómeno a través de distintos nombres:

Disociación: una separación temporal entre conciencia, identidad, memoria o percepción.

Trastorno de identidad disociativo (TID): donde conviven dos o más identidades completas dentro de una persona.

Ego alienado: una manifestación inconsciente de deseos o traumas reprimidos.

Sin llegar a ser un trastorno, muchas personas experimentan fragmentación leve del yo, especialmente en momentos de estrés, fatiga extrema o trauma.

Desde lo espiritual: dobles y entidades

En muchas tradiciones esotéricas, se habla de la existencia de un doble astral o un “yo superior” que acompaña al ser humano como guía.

También se habla de entidades energéticas que pueden unirse a una persona si esta está vulnerable emocionalmente.

Según esta visión, el “yo fantasma” podría ser:

Una parte del alma que se separó por un evento traumático.

Una guía espiritual temporal.

Una entidad externa que busca sanar o interferir.

Un eco de una vida pasada que está intentando integrarse.

El cuerpo como escenario compartido

Estas experiencias nos obligan a replantear la idea de que somos una sola identidad fija.

De hecho, todos actuamos distinto según el contexto: no eres igual con tu familia que con tus amigos o en el trabajo.

¿Y si ese desdoblamiento interno fuera más literal de lo que creemos?

La teoría del “yo fantasma” propone que la conciencia no es una entidad indivisible, sino un sistema complejo y multifacético.

Y que a veces, parte de ese sistema se personifica en otra voz, otra sensación, otra presencia.

Cuándo es preocupante

Si bien estas experiencias pueden ser enriquecedoras o incluso transformadoras, es importante diferenciar cuando se vuelven invasivas, angustiosas o incapacitantes.

Si esa “presencia” interna genera miedo, interfiere con la vida cotidiana o impide tomar decisiones propias, es necesario buscar acompañamiento terapéutico.

Pero si aparece como una intuición profunda, una voz de sabiduría o una forma de procesar emociones complejas, puede ser una puerta hacia la integración de aspectos internos olvidados.

Ejercicios para integrar tu “yo fantasma”

Escribe un diario de diálogos internos, como si conversaras con esa voz.

Visualízalo: ¿Tiene forma, nombre, género, edad?

Pregúntale qué necesita o qué quiere mostrarte.

Hazle espacio en tu meditación, sin juzgar ni reprimir.

Este proceso puede ayudarte a entender si esa presencia representa una parte de ti que necesita ser reconocida, sanada o escuchada.

Tal vez nunca fuimos uno solo

Quizá, el verdadero misterio no sea por qué sentimos que alguien más habita en nosotros, sino por qué nos empeñamos en ser solo uno.

Tal vez estés compuesto de muchas capas, muchos rostros, muchos yoes que buscan integrarse en un solo ser completo.

Y ese “yo fantasma” no sea un intruso, sino un pedazo perdido de ti mismo que finalmente está regresando a casa.

Este artículo fue elaborado por un periodista del Diario Occidente usando herramientas de inteligencia artificial.


Hay personas que sienten que alguien más habita dentro de ellas

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