Cali, mayo 19 de 2025. Actualizado: domingo, mayo 18, 2025 23:18

¿Y cómo empezar a repararlo?

Cuerpo ansioso, mente agotada: cómo el sistema nervioso colapsa en silencio

Cuerpo ansioso, mente agotada: cómo el sistema nervioso colapsa en silencio
Foto: Pixabay
lunes 19 de mayo, 2025

No necesitas estar corriendo una maratón para sentirte exhausto.

Hoy, miles de personas están agotadas sin razón aparente, con insomnio, problemas digestivos, ansiedad persistente y sensación de “no poder más”… aunque desde fuera todo parezca normal.

El culpable no siempre es el estrés puntual, sino algo más profundo y continuo: un sistema nervioso colapsado.

Vivimos hiperconectados, en alerta constante, con el cerebro sobreestimulado y el cuerpo sin espacios para descansar de verdad.

Así, sin darnos cuenta, caemos en lo que muchos expertos llaman fatiga del sistema nervioso autónomo.

Cuando tu cuerpo se queda en “modo emergencia”

El sistema nervioso autónomo regula funciones vitales: respiración, digestión, frecuencia cardíaca, sueño.

Pero cuando vivimos en un estado prolongado de tensión (problemas familiares, exceso de trabajo, redes sociales, noticias alarmantes, multitarea), activamos crónicamente el modo simpático, o sistema de “lucha y huida”.

Esto significa que, incluso cuando descansamos, el cuerpo no se siente a salvo.

Se mantiene alerta, vigilante, con cortisol alto y digestión limitada.

Los síntomas son sutiles al principio:

– Cansancio mental y falta de motivación.

– Dolor de cabeza sin causa.

– Dificultad para concentrarse.

– Tensión muscular constante.

– Palpitaciones o sensación de ahogo.

– Dificultad para dormir aunque estés agotado.

Con el tiempo, esta disfunción se vuelve una bomba silenciosa, asociada a ansiedad generalizada, problemas hormonales, enfermedades autoinmunes y desgaste emocional.

¿Cómo saber si tu sistema nervioso está colapsado?

La señal más clara es que el descanso no basta. Duermes pero no recuperas.

Tomas vacaciones pero vuelves igual. Haces ejercicio pero estás irritable.

Tu cuerpo ya no se regula como antes.

Otros signos incluyen:

– Dolor digestivo o intolerancias alimentarias nuevas.

– Olvidos frecuentes.

– Hipersensibilidad al ruido o a las críticas.

– Cambios bruscos de humor.

– “Desconexión emocional” (sentirse apagado o indiferente).

¿Cómo empezar a repararlo?

La buena noticia es que el sistema nervioso puede sanar, pero necesita condiciones de seguridad, repetición y tiempo.

Aquí algunas estrategias naturales y poderosas:

Respiración vagal:

Respira profundamente (4 segundos inhalando, 6 exhalando) varias veces al día.

Esto estimula el nervio vago, responsable de activar el modo parasimpático (descanso y digestión).

Baños de agua caliente o con sal de Epsom:

Relajan los músculos, bajan el cortisol y dan sensación de contención.

Añade unas gotas de aceite esencial de lavanda para potenciar el efecto.

Conexión con el cuerpo:

Yoga suave, caminatas conscientes o estiramientos lentos.

El objetivo no es quemar calorías, sino reconectar con las señales internas.

Rituales de descanso real:

Cero pantallas una hora antes de dormir. Luz cálida, lectura suave, música tranquila.

Tu sistema necesita saber que puede “apagar la alarma”.

Contacto con la naturaleza:

Caminar descalzo en el pasto, sentarte al sol, mirar árboles.

La tierra regula tu sistema eléctrico y baja la actividad cerebral excesiva.

Tu sistema no necesita más esfuerzo, necesita pausa

La sanación no es productividad.

Es recordar que tu cuerpo no es una máquina y que, para sanar, necesita sentir seguridad.

Menos “hacer más”. Más respirar, habitar, confiar.

Porque cuando el sistema nervioso encuentra calma, todo mejora: la piel, el ánimo, la digestión, el sueño, las relaciones… y la vida.


Cuerpo ansioso, mente agotada: cómo el sistema nervioso colapsa en silencio

Comments

ads_top
Powered by Sindyk Content
Arriba