Cali, septiembre 15 de 2025. Actualizado: viernes, septiembre 12, 2025 23:57
Emergencia silenciosa
Por primera vez, los niños obesos superan a los que tienen bajo peso por culpa de la comida basura
La obesidad infantil alcanzó un punto de quiebre. Por primera vez en la historia, más niños viven con obesidad que con bajo peso, según un nuevo informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia,Unicef.
La causa principal apunta directamente al alto consumo de comida basura y productos ultraprocesados que dominan los entornos en los que crecen los menores.
Actualmente, 188 millones de niños y adolescentes de entre cinco y 19 años viven con obesidad. Esto representa el 10% de la población infantil global, una cifra que triplicó la tasa registrada en el año 2000.
Mientras tanto, el bajo peso se ubica en el 9,2%, una tendencia que confirma el cambio radical en el mapa mundial de la malnutrición.
Las cifras más alarmantes provienen de países insulares del Pacífico. En Niue, el 38% de los menores tiene obesidad; en las Islas Cook, el 37%; y en Nauru, el 33%.
Estas tasas se duplicaron en los últimos 25 años, coincidiendo con la pérdida de las dietas tradicionales y la llegada masiva de productos ultraprocesados y de bajo costo.
Publicidad, salud y un entorno que juega en contra
Más allá de los datos, el problema tiene consecuencias médicas profundas. Los niños con obesidad tienen mayor riesgo de desarrollar enfermedades como diabetes tipo 2, hipertensión, enfermedades cardiovasculares e incluso algunos tipos de cáncer en la edad adulta.
La causa no se encuentra solo en el plato. También está en las pantallas. Un estudio de Unicef reveló que el 75% de los jóvenes encuestados había visto publicidad de comida rápida o bebidas azucaradas en la última semana.
Más del 60% aseguró que estos anuncios despertaron su deseo de consumirlos.
Y esta exposición no distingue fronteras: incluso en zonas afectadas por crisis o conflictos, el 68% de los menores sigue recibiendo estos mensajes publicitarios.
El informe señala que el entorno alimentario actual favorece a los productos poco saludables. Frutas, vegetales y proteínas quedan relegadas frente a la presencia dominante de alimentos ricos en azúcar, sal y grasas en supermercados, colegios y redes sociales.
¿Qué se puede hacer?
Unicef propone varias medidas para transformar este panorama. Entre ellas, implementar regulaciones obligatorias sobre etiquetado, limitar la publicidad dirigida a menores, prohibir la venta de comida chatarra en entornos escolares y ampliar los programas sociales que garanticen el acceso a alimentos saludables.
En América Latina, México comenzó a actuar. El gobierno prohibió la venta de productos altos en sal, azúcar y grasa en escuelas públicas, beneficiando a más de 34 millones de estudiantes.
El informe también advierte sobre el impacto económico si no se toman medidas. Solo en Perú, los costos relacionados con la obesidad podrían superar los 210.000 millones de dólares al año.
A nivel mundial, para 2035, se estima una carga económica de más de cuatro billones de dólares anuales.
“La obesidad infantil es una emergencia silenciosa que avanza frente a nuestros ojos”, afirmó Catherine Russell, directora ejecutiva de Unicef.
La organización hace un llamado urgente a transformar los entornos alimentarios para asegurar que todos los niños, sin importar dónde vivan, puedan acceder a alimentos nutritivos y asequibles.