Calor extremo persistirá en agosto y pone en alerta a millones en todo el mundo

El calor extremo continúa haciendo estragos en varias regiones del planeta. Agosto llegó con temperaturas diurnas y nocturnas sin precedentes, acompañadas de incendios forestales y mala calidad del aire.

Según la Organización Meteorológica Mundial, OMM, millones de personas enfrentan condiciones peligrosas que podrían intensificarse en los próximos días.

Los termómetros se dispararon por encima de los 42°C en partes de Asia Occidental, el sur de Asia Central y el norte de África. En Irán e Iraq, las temperaturas superaron los 50°C, provocando cortes de electricidad, escasez de agua y la suspensión de actividades escolares y laborales.

En Marruecos, las autoridades emitieron una alerta por ola de calor con registros de hasta 47°C. Japón no se quedó atrás y marcó un nuevo récord nacional: 41,8°C el 5 de agosto.

Impacto global

El calor extremo no solo incomoda, también representa una amenaza directa para la vida. Las temperaturas elevadas pueden provocar enfermedades graves, y según la OMM, todas las muertes por calor son evitables con planes de acción adecuados.

Entre 2000 y 2019, se estima que el calor extremo causó unas 489.000 muertes anuales, principalmente en Asia y Europa.

Julio de 2025 fue el tercer julio más caluroso desde que se tienen registros. El sureste de Europa, China, Japón y la región del Himalaya experimentaron olas de calor prolongadas, y en Turquía se alcanzó un récord histórico de 50,5°C.

Esta tendencia, lejos de disminuir, se ha trasladado al mes de agosto, generando impactos no solo en la salud, sino también en la infraestructura y la calidad del aire.

Incendios forestales

El calor extremo también está detrás de incendios forestales que afectan a vastas regiones. En Grecia, Turquía y Chipre, cientos de personas fueron evacuadas.

En el sur de España, un incendio cerca de Tarifa logró ser estabilizado, pero en Francia, las llamas arrasaron más de 16.000 hectáreas en Aude, la cifra más alta del verano. Canadá también enfrenta una de las peores temporadas, con más de 6,6 millones de hectáreas quemadas hasta el 3 de agosto.

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