Cali, julio 7 de 2025. Actualizado: domingo, julio 6, 2025 22:22
Señales de que estás despertando a tu verdadero ser
Cuando el alma se cansa del personaje que has representado toda tu vida pero que no eres
Hay un momento en la vida en el que nada te llena. No es tristeza. No es depresión.
Es una especie de vacío tranquilo. Una intuición que susurra: “Esto no es todo. Esto no eres tú.”
Y aunque todo parezca estar bien —trabajo, familia, metas cumplidas—, sientes que algo más profundo empieza a moverse.
Esa sensación no es una crisis. Es el alma tocando la puerta.
Durante años interpretamos un personaje. Aprendimos a complacer, a destacar, a ser lo que el entorno esperaba.
Adoptamos roles: el fuerte, la que no se rinde, el que siempre tiene respuestas, la perfecta, el exitoso.
Pero llega un punto en el camino donde ese traje aprieta. Y ya no podemos sostenerlo sin rompernos.
Eso que llamas “cansancio”, “incomodidad” o “confusión” puede ser en realidad el inicio de un proceso sagrado: el despertar del alma.
No como un evento místico fuera de lo común, sino como un volver a casa. A ti.
¿Qué es el despertar espiritual?
No es ver ángeles ni conectarse con guías (aunque puede incluirlo).
Es recordar quién eres más allá del nombre, el cuerpo, la historia, el rol social.
Es soltar el piloto automático. Es empezar a vivir con presencia, con intención, con verdad.
El despertar no ocurre de golpe. Es un proceso. A veces lento. A veces doloroso. Casi siempre incómodo.
Porque te obliga a mirar lo que evitaste durante años. Te pone frente a ti mismo, sin filtros.
Y lo más duro: te invita a dejar morir versiones de ti que construiste para sobrevivir.
Señales de que estás despertando
Sientes que nada externo te llena del todo. Logros, relaciones, cosas materiales… todo se vuelve plano.
Tu sensibilidad aumenta. Lloras más, te conmueves con facilidad, te molestan los ambientes densos.
Tus intereses cambian. Ya no te entretienen las mismas conversaciones, buscas profundidad, silencio, verdad.
Te alejas de ciertas personas naturalmente. Sin peleas. Solo ya no vibran contigo.
Tienes crisis existenciales. Te preguntas por qué estás aquí, qué sentido tiene todo.
Sueñas más intensamente. Tu inconsciente empieza a limpiar.
Aparecen “coincidencias” repetidas. Números, símbolos, señales. El universo empieza a hablarte.
El alma quiere espacio
Lo que está ocurriendo no es un error. Es evolución.
Tu alma quiere crecer, pero no puede hacerlo encerrada en viejas estructuras.
Por eso el despertar suele llegar con una crisis: un duelo, una enfermedad, una ruptura, una pérdida, una etapa de soledad forzada.
Esas son las grietas por donde la luz entra.
Y sí, duele. Porque despertar es desidentificarse de lo que creías ser.
Es pasar de “yo soy esta historia” a “yo soy quien observa esta historia”.
Dejas de buscar fuera. Empiezas a recordar dentro.
¿Qué hacer cuando el alma se mueve?
Escucha el cuerpo. El alma habla a través de él. Si algo te pesa, no lo ignores.
Suelta lo que ya no vibra contigo. Aunque no entiendas por qué.
Busca silencio. No como vacío, sino como espacio sagrado.
Escribe lo que sientes. Vacía la mente, honra el proceso.
No te compares. Cada despertar es único. No hay una forma “correcta”.
Confía. Incluso si no entiendes lo que está pasando.
Este no es un camino de respuestas, sino de presencia. No es una ruta lineal, sino un espiral. No vas hacia afuera. Vas hacia ti.
No estás sola
Millones de personas están despertando al mismo tiempo. Hay una ola colectiva de consciencia que se está activando.
Y aunque a veces sientas que estás loca, aislada o “demasiado intensa”, en realidad estás despertando a una versión más auténtica de ti.
Tu alma no quiere que cambies. Quiere que recuerdes. Quiere que te quites el disfraz.
Que dejes de fingir fuerza. Que te abraces rota. Que te aceptes luminosa y también oscura.
Que te hagas espacio. Que te habites.
Porque cuando el alma despierta, ya no puedes volver a dormir.
Y aunque al principio duela, despertar es la mayor bendición. Es el inicio del verdadero camino.
Y este camino… empieza en ti.
Este artículo fue elaborado por un periodista del Diario Occidente usando herramientas de inteligencia artificial.