Cali, septiembre 3 de 2025. Actualizado: martes, septiembre 2, 2025 22:21

Psicólogos, sociólogos y expertos en educación analizan el tema

La hiperconexión tecnológica rompe vínculos y afecta la salud emocional de niños y jóvenes

La hiperconexión tecnológica rompe vínculos y afecta la salud emocional de niños y jóvenes
Foto: ChatGPT
miércoles 3 de septiembre, 2025

El uso desmedido de pantallas en la infancia y adolescencia está afectando la conexión humana y limitando el desarrollo emocional saludable de niños y jóvenes.

Recuperar el tiempo de juego, el contacto directo y la convivencia familiar son puntos clave para su bienestar.

Esta fue una de las conclusiones de los psicólogos, sociólogos y expertos en educación que participaron en el III Congreso Internacional de la Red Internacional de Educación Emocional y Bienestar (RIEEB), que organizaron la Universidad del Rosario y Colsubsidio, quienes indicaron que la educación emocional desde la primera infancia hasta la adultez es un componente vital en el desarrollo del ser humano.

La hiperconexión tecnológica presenta una amenaza para el bienestar de los jóvenes en la actualidad, dañando los vínculos afectivos, incrementando la ansiedad y la depresión durante la infancia y adolescencia.

En esto coincidieron Rafa Guerrero, doctor en Educación y experto en psicología educativa; Juana Morales, psicóloga e instructora de Conscious Discipline; Ana Rita Russo, doctora en filosofía y ciencias de la educación y Gabriel Velázquez, sociólogo y coach ontológico en inteligencia emocional, al participar en un panel del evento.

Uso excesivo de la tecnología

Los expertos hicieron un llamado a padres y educadores a intervenir en el contacto de los menores con las pantallas y recuperar el vínculo humano como necesidad básica en la formación de las futuras generaciones.

Al analizar los riesgos del uso excesivo de tecnología en la formación de niños y adolescentes, Juana Morales abordó el tema desde la primera infancia, una etapa crítica en la configuración de las relaciones afectivas y el desarrollo de la autorregulación emocional.

Indicó que el uso masivo de pantallas y la conexión, cada vez más cercana, de los niños pequeños con la tecnología, está interrumpiendo estos procesos y generando complejos que se manifiestan en la adultez.

Advirtió que los padres son conscientes de los riesgos que conlleva exponer a los infantes a este tipo de estímulos, pero no toman acciones concretas para evitar que esto suceda.

Los niños de 0 a 8 años pasan en promedio 2 horas y 40 minutos al día frente a pantallas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF.

Para OMS, los infantes menores a 2 años no deberían tener acceso a este tipo de dispositivos electrónicos, ya que en esta etapa de formación el cerebro recibe estímulos directos como el contacto visual y la interacción verbal.

Rafa Guerrero indicó que actualmente hay una creciente percepción de que las personas, generalmente nacidas a partir de los años 90, vienen “programadas” para la tecnología y son, por ende, nativos digitales.

El psicólogo recalcó que esta afirmación es errónea, pues los seres humanos nacen en predisposición al apego y el cerebro no ha cambiado en ese aspecto en 40.000 años.

“No somos nativos digitales, somos nativos vinculantes. Nacemos con predisposición al apego, no a la tecnología. Necesitamos vínculo, contacto y protección”, señaló.

Guerrero expresó su preocupación por el papel que juegan las redes sociales en la vida de los adolescentes, indicando que los smartphones son inhibidores de experiencias y, especialmente los jóvenes, están perdiendo el contacto visual y el tacto, y lo están sustituyendo por los dispositivos tecnológicos.

“Hoy los padres nos dicen orgullosos que sus hijos tienen muchísimos amigos en Instagram o Facebook, pero como dice Gabor Maté: tenemos muchos seguidores, pero no tenemos con quién tomar un café”, afirmó.

Ana Rita Russo comentó que la educación emocional es la herramienta clave para contrarrestar el impacto negativo de las pantallas.

Este proceso pedagógico no se basa en prohibir la tecnología, sino de dar alternativas a los jóvenes y reforzar el vínculo humano.

Este tipo de educación se imparte con acciones coordinadas en tres áreas: familia, colegios y políticas públicas.

Advirtió sobre la necesidad de crear programas psicoafectivos estructurados que fortalezcan a las familias.

Relacionó directamente la crisis emocional con la tecnología, señalando que la falta de conexión en edades tempranas empuja a los jóvenes a buscar aprobación en las redes sociales.

Gabriel Vázquez señaló que las emociones no son un “adorno”, sino una acción que determina liderazgo y convivencia.

Indicó que los colegios deben ser concebidos como organizaciones emocionales, no solo académicas, pues las emociones están en el centro de la vida social.

Educación emocional, clave

El congreso de la RIEEB se dio en el marco de la promulgación de la Ley 2491 de 2025, promovida por el senador Carlos Julio González y desarrollada con asesoría de la Universidad del Rosario.

La norma establece la incorporación de competencias socioemocionales en los Proyectos Educativos Institucionales (PEI) con tres objetivos centrales: promover la salud mental, prevenir violencias y fortalecer la convivencia.

Rafael Bisquerra, referente mundial en educación emocional y presidente de la RIEEB, dijo que esta coyuntura abre una ventana única. Este evento contribuye a difundir la educación emocional y a sensibilizar sobre su necesidad.

La violencia es una clara manifestación de analfabetismo emocional y la educación emocional propone, entre otras cosas, la regulación de la ira como estrategia para la prevención de la violencia.

Ana Isabel Gómez, rectora de la Universidad del Rosario, resaltó que “hablar de salud mental y educación emocional en la institución no es un tema accesorio, es hablar de la condición de posibilidad para que los jóvenes realmente puedan aprender, desarrollarse y desplegar su potencial”.

Destacó el liderazgo de la universidad en la materia: “Desde hace seis años, con nuestro centro especializado en educación emocional, UR Emotion, formamos a estudiantes, profesores y egresados en competencias emocionales”.


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