Acciones solidarias que generan grandes transformaciones

Hoy Cali supera las 14 mil entidades sin ánimo de lucro, desde las cuales se emprenden todo tipo de proyectos y obras de intervención social que van desde la cultura hasta el emprendimiento, pasando por la educación, el trabajo ambiental, la seguridad alimentaria y muchos otros frentes necesarios en la construcción de tejido social y calidad de vida.

Siguiendo el ejemplo de Carvajal, muchas de las grandes empresas de Cali y el Valle del Cauca han creado sus propias fundaciones, al igual que lo han hecho otras entidades, como el Club Campestre de Cali, que tiene una de las fundaciones sociales más activas en la actualidad.

“La Fundación nació en el año 2002 y fue la iniciativa de algunos socios y de la junta que estaba en ese momento, de unir esfuerzos para ayudar a personas que tenían una situación de vulnerabilidad y algunas necesidades; la Fundación nació con el propósito de mejorar la calidad de vida de los jóvenes que iban a prestar sus servicios como boleros, como cadis, en diferentes temas deportivos al Club”, cuenta Juliana Maya Zuluaga, directora ejecutiva de la Fundación Club Campestre.

Sin embargo, en 2014 el entonces alcalde Rodrigo Guerrero hizo una invitación a los socios del Club, en una asamblea, para construir un Centro de Desarrollo Infantil, CDI, en altos de Santa Elena, sector vecino, donde habitan personas de escasos recursos, propuesta que fue aceptada de inmediato. “Los socios decidieron empezar a ahorrar todos los meses durante dos años una cuota para construir una infraestructura que al final costó $2.600 millones, esto fue en el 2015”, cuenta Juliana Maya.

Actualmente este CDI, construido por el club Campestre y administrado por la Alcaldía de Cali, atiende a más de 300 niños entre los meses y los cinco años de edad, que están allí entre las 8:00 de la mañana y las 4:00 de la tarde.
A partir de ese momento, la Fundación Club Campestre comenzó a trabajar con las comunidades vecinas.

Fue así como la Fundación Club Campestre amplió sus líneas de acción a gestión educativa, gestión social y gestión ambiental. En la parte educativa, se trabaja con los jóvenes colaboradores del Club, que reciben fortalecimiento de competencias y becas para acceder a universidades e institutos técnicos y tecnológicos y, cuando se gradúan, la Fundación promueve sus hojas de vida entre los empresarios y socios para ubicarlos laboralmente.

En gestión social el trabajo de la Fundación Club Campestre está enfocado en generación de ingresos, emprendimiento, empleabilidad y cultura ciudadana para los habitantes de la Comuna 18; y en cultura ciudadana apoya iniciativas que fortalezcan el tejido social en los barrios, con actividades como las huertas urbanas. En gestión ambiental la fundación se ha dedicado a reforestar la cuenca del río Meléndez, donde a la fecha se han sembrado 124 mil árboles, y la meta es completar 180 mil al final de este año, de la mano con Celsia, la CVC, la Gobernación del Valle, la comunidad y colegios del sector.

Al reflexionar sobre la importancia del trabajo que realizan las fundaciones en Cali y el Valle del Cauca, Juliana Maya, directora ejecutiva de la fundación Club Campestre dijo: “A través de las acciones solidarias y del compromiso con el bienestar que nos rodean, se pueden lograr grandes transformaciones individuales y colectivas”.

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