Intimidación a médicos por parte de hombres armados genera crisis de seguridad en hospital de Cali

El hospital San Juan de Dios, ubicado en el centro de Cali, vivió una situación de alto riesgo que encendió las alarmas sobre la seguridad en centros médicos de la ciudad.

Varios hombres armados llegaron en motocicletas hasta el servicio de urgencias con tres personas heridas por arma de fuego. Según los primeros reportes, se trataría de víctimas de un atentado sicarial ocurrido en el barrio Sucre.

Con armas en mano, los hombres ingresaron al hospital y obligaron al personal médico a atender de inmediato a los heridos.

Médicos y enfermeras fueron amenazados en medio de un ambiente de tensión que, según ellos, pudo haberse evitado con presencia policial permanente.

“La misión médica debe respetarse en cualquier contexto”

La situación provocó una fuerte reacción por parte de la Secretaría de Salud de Cali. Su titular, Germán Escobar Morales, fue enfático al calificar el hecho como un acto de hostilidad. “Hacemos un llamado por la protección de la misión médica”, declaró.

Escobar recordó que, “la misión médica goza de especial protección por el Derecho Internacional Humanitario y por una amplia normatividad y jurisprudencia”, explicó.

Además, resaltó la importancia de respetar la labor que desempeñan los trabajadores de la salud: “Es fundamental que los ciudadanos entiendan que la misión médica debe respetarse en cualquier contexto. Su trabajo y dignidad humana están por encima de cualquier intimidación”.

Personal médico pide medidas urgentes

El incidente no solo dejó víctimas fatales, sino que también revivió el debate sobre la seguridad en los entornos hospitalarios, especialmente en sectores vulnerables de Cali. Trabajadores del hospital piden con urgencia el restablecimiento del acompañamiento policial.

Además, solicitaron respeto por parte de la ciudadanía hacia su trabajo y hacia los demás pacientes.

El secretario de Salud reiteró su compromiso de exigir medidas de protección para los centros asistenciales de la ciudad. “No son aceptables ningún tipo de intimidaciones o actos violentos contra la misión médica, en ningún contexto”, concluyó.

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