Cali, mayo 14 de 2025. Actualizado: martes, mayo 13, 2025 22:53

Violencia de género y salud mental

Feminicidio en Cali reabre debate sobre intervención institucional urgente

Feminicidio en Cali reabre debate sobre intervención institucional urgente
Foto: Pexels
miércoles 14 de mayo, 2025

La reciente ola de violencia contra la mujer registrada durante el fin de semana del Día de la Madre en Cali ha reactivado una alerta social que va mucho más allá de cifras judiciales.

Los casos de feminicidio, violencia intrafamiliar y atentados en entornos educativos no solo evidencian una grave crisis de seguridad, sino también una profunda emergencia en salud mental que requiere respuestas integrales, articuladas y sostenidas por parte del Estado.

Uno de los hechos más alarmantes fue el asesinato de una mujer en el barrio Villacolombia, presuntamente a manos de su hijo, un acto desgarrador que apunta a factores de salud mental no tratados y que, según especialistas, podría haberse prevenido con atención oportuna e intervención psicosocial adecuada.

Este crimen, junto al atentado en la sede Palmira de la Universidad del Valle, donde dos estudiantes fueron baleadas (una de ellas fallecida), y el feminicidio reportado en el oriente de la ciudad, configura un panorama crítico.

A estos casos se suma un dato contundente: 156 reportes de violencia intrafamiliar registrados en un solo día, el pasado domingo 12 de mayo, durante la conmemoración del Día de la Madre.

Para la concejal Alexandra Hernández Cedeño, estos hechos exigen no solo condena, sino acciones inmediatas en el marco de la política pública de salud mental vigente en Cali.

“Cali tiene una política pública que debe implementarse con contundencia. No podemos quedarnos en el papel mientras estos hechos se repiten. Hay que intervenir esos nichos donde se originan violencias de género y conflictos familiares, y eso requiere trabajo institucional conjunto entre salud, educación y bienestar social”, afirmó la cabildante.

Hernández Cedeño subrayó que la violencia del domingo no puede verse como un pico ocasional, sino como un síntoma constante de un malestar social más profundo que requiere políticas intersectoriales sostenidas, presencia en territorio y fortalecimiento de redes de apoyo emocional, especialmente en zonas donde la violencia ha sido normalizada.

En esa misma línea, la concejal Daniella Plaza Saldarriaga reconoció que la ciudadanía ha comenzado a utilizar los canales institucionales de denuncia, lo que puede interpretarse como un signo de confianza en las rutas de atención.

No obstante, instó a las secretarías de Bienestar Social y Seguridad y Justicia a redoblar esfuerzos preventivos.

“Que 156 mujeres hayan denunciado situaciones de violencia intrafamiliar en un solo día habla tanto de la magnitud del problema como de la necesidad urgente de fortalecer los mecanismos de prevención. Las instituciones deben estar más cerca de los hogares y no actuar solo después del daño”, señaló Plaza.

Por su parte, la concejal Ana Leidy Erazo Ruiz hizo un llamado específico tras los hechos ocurridos en la Universidad del Valle, sede Palmira, solicitando medidas concretas para proteger a la comunidad universitaria, especialmente a las mujeres.

“Lo sucedido en la sede Palmira no puede quedar sin respuesta. Urge un trabajo articulado entre la Gobernación del Valle, la Alcaldía de Cali y las autoridades universitarias para garantizar entornos seguros, libres de violencia de género. La salud mental también se cuida previniendo el miedo y la impunidad en los espacios educativos”, indicó.

Salud mental y feminicidio: una relación urgente por visibilizar

Expertos en psicología y derechos humanos coinciden en que muchos casos de feminicidio y violencia doméstica están estrechamente vinculados a trastornos mentales no tratados, traumas acumulados y falta de acceso a servicios de salud emocional.

Cali, una ciudad con alta densidad poblacional y escenarios de desigualdad estructural, necesita con urgencia implementar modelos comunitarios de salud mental, así como fortalecer las escuelas, centros de salud y espacios culturales como redes preventivas.

La salud mental no puede seguir siendo abordada de forma marginal o reactiva.

Las cifras recientes revelan que hay una conexión directa entre el deterioro emocional, los entornos violentos y la falta de intervención oportuna.

El feminicidio del barrio Villacolombia es una tragedia que no puede desvincularse de ese análisis.

El agresor, según versiones preliminares, presentaba comportamientos alterados, y la víctima había intentado obtener ayuda con anterioridad.

Frente a esto, concejalas, organizaciones sociales y profesionales de la salud coinciden: la salud mental debe dejar de ser un asunto privado para convertirse en una prioridad pública, con presupuesto, atención territorial y un enfoque diferencial que incluya a mujeres, niños, adolescentes y cuidadores.

Un llamado colectivo a la acción

Los recientes hechos no solo enlutaron a familias caleñas; también encendieron una alarma que no puede ser silenciada.

Cali cuenta con herramientas normativas, pero necesita activarlas con decisión, acompañadas de campañas permanentes de prevención, atención psicosocial integral y justicia efectiva.

¿Qué hacer si se siente en peligro de feminicidio?

La actuación de una persona que está en riesgo inminente de ser víctima de feminicidio debe ser rápida, estratégica y orientada a la protección integral, con la ayuda de redes institucionales, legales y comunitarias.

Aunque cada caso tiene sus particularidades, estas son las acciones clave que se deben seguir:

Reconocer los signos de peligro inminente

Una mujer en riesgo de feminicidio suele enfrentar:

– Amenazas de muerte explícitas o implícitas.

– Violencia física grave o repetida.

– Control extremo, celos obsesivos, aislamiento forzado.

– Agresor con antecedentes de violencia, consumo de drogas o posesión de armas.

– Intentos previos de feminicidio o conductas suicidas del agresor.

– Si identificas uno o más de estos factores, el riesgo es ALTO.

Buscar ayuda urgente y romper el aislamiento

– Llamar a la línea 155 (atención a mujeres en Colombia) o 123 para casos de emergencia inmediata.

– Contactar a una persona de confianza (familiar, amiga, vecina) y comunicarle claramente: “Estoy en peligro. Necesito ayuda.”

– Evitar quedarse sola o encerrada con el agresor si ya ha amenazado con matarla o herirla.

– Salir del entorno si hay posibilidad, incluso si implica dejar pertenencias. La vida es la prioridad.

Activar las rutas institucionales

– Dirigirse a una Comisaría de Familia o a la Fiscalía más cercana a denunciar la situación.

– Pedir medida de protección inmediata, como orden de alejamiento, asistencia policial o ubicación en refugio temporal.

– Acudir a la Defensoría del Pueblo o la Casa Matria si hay una en la ciudad, para acompañamiento legal y psicológico.

– Si la víctima tiene hijos, exigir también protección para los menores.

Preparar una ruta de escape y protección

En casos de riesgo alto:

– Tener una mochila de emergencia con documentos, dinero, celular y cargador.

– Memorizar o anotar teléfonos clave.

– Planear un lugar seguro a donde acudir (casa de una amiga, refugio, estación de policía).

– Informar a alguien de confianza cada paso que se dé.

No subestimar las amenazas

Una amenaza es una promesa de daño.

Muchos feminicidios ocurren luego de advertencias verbales o agresiones menores que no fueron tomadas en serio.

Toda amenaza debe ser tratada como real.

Solicitar atención psicológica y jurídica

Muchas instituciones ofrecen orientación gratuita (ICBF, Alcaldías, ONGs).

La salud mental de la víctima también debe ser atendida, especialmente si hay trauma, ansiedad o pensamientos de desesperanza.

Denunciar, incluso si hay miedo

Si no se puede hacer personalmente, pedir ayuda a un tercero para realizar la denuncia.

En la Fiscalía General de la Nación (www.fiscalia.gov.co).

En las Comisarías de Familia.

A través de líneas de atención: 155, 123, 122 o el canal digital de la Fiscalía.

Recuerda: No estás sola. El feminicidio se puede prevenir si se actúa a tiempo.

La vida es primero, y hay instituciones, colectivos y personas dispuestas a ayudarte.


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