Cali, diciembre 10 de 2025. Actualizado: miércoles, diciembre 10, 2025 22:45
Viene un ajuste inminente en el gasto público
Colombia entra en 2026 con un déficit que vuelve a crecer
Colombia llegará a 2026 con un panorama fiscal más estrecho y con urgencias crecientes para corregir desequilibrios estructurales.
Así lo advierte Anif en su informe Problema Fiscal: Pateando el Balón, donde proyecta que el país cerrará 2025 con un déficit fiscal de 6,2% del PIB, menor al estimado inicialmente por el Gobierno, pero aún lejos de una senda sostenible.
Para 2026, en cambio, el déficit volvería a ampliarse hasta 7% del PIB, en un escenario sin reforma tributaria aprobada.
El mejor desempeño fiscal de 2025 no proviene de un cambio de fondo, sino de factores transitorios: Un mayor crecimiento del PIB nominal, operaciones de manejo de deuda que redujeron temporalmente el pago de intereses, y recursos no recurrentes que aumentaron el capital del Gobierno.
Estas operaciones permitieron disminuir el gasto por intereses en cerca de $20,9 billones, lo que alivió el déficit total.
Pero Anif advierte que este respiro podría convertirse en presión futura, pues los nuevos títulos emitidos tienen cupones más altos, lo que incrementará el costo de la deuda en los próximos años.
Más preocupante aún: el déficit primario, que excluye intereses y revela la verdadera salud fiscal, será 11 billones de pesos mayor al previsto en el Marco Fiscal de Mediano Plazo.
Esto confirma un desequilibrio persistente entre ingresos y gastos, intensificado por un gasto público rígido que crece sin suficiente respaldo tributario.
Recaudo insuficiente y un presupuesto con rezagos crecientes
Entre enero y octubre, el recaudo tributario bruto alcanzó $249,1 billones, un crecimiento importante frente a 2024, pero insuficiente para alcanzar la meta anual de la DIAN.
El faltante es de $7,9 billones, y cumplir el objetivo exigiría recaudar más de $56 billones en los dos últimos meses del año, algo considerado inviable por el centro de estudios.
La ejecución presupuestal también revela tensiones: El gasto de inversión solo alcanza el 46,6%, reflejando rezagos significativos y el rezago presupuestal que deberá pagarse en 2026 asciende ya a $40,8 billones, menor al de 2025, pero suficiente para presionar aún más la caja del próximo gobierno.
2026: un año con más déficit y menos margen de maniobra
Para 2026, Anif proyecta que el recaudo tributario neto será de $299 billones, lo que elevaría los ingresos totales a $327,8 billones, muy por debajo de los $358,8 billones estimados por el Gobierno en su Plan Financiero.
Aun sin reforma tributaria, el gasto primario se elevaría a $388 billones, impulsando el déficit primario a -3% del PIB, peor que lo autorizado por el Confis (-2%).
El déficit total escalaría a 7% del PIB, superando el cierre de 2025. Para estabilizar las cuentas, el Gobierno tendría que reducir al menos $16,3 billones del presupuesto, monto equivalente al recaudo que la Ley de Financiamiento buscaba aportar antes de ser archivada.
Anif anticipa además que el próximo gobierno heredará un rezago presupuestal superior a $41 billones, lo que lo obligará a realizar recortes mucho más drásticos desde su primer año de mandato.
Riesgos adicionales: señales institucionales y rigidez del gasto
El análisis también alerta sobre decisiones recientes que comprometen la credibilidad fiscal: La activación de la cláusula de escape de la regla fiscal sin un choque macroeconómico claro y operaciones de manejo de deuda que alivian hoy pero presionan mañana.
Ambas, señala Anif, van en contra del objetivo de sostenibilidad y deterioran la percepción de los mercados sobre la disciplina fiscal del país.
Esto podría traducirse en mayores costos de endeudamiento y en un clima menos favorable para la inversión.
Un llamado a medidas estructurales
El informe concluye que Colombia debe emprender cambios profundos:
- Reducir la inflexibilidad del gasto, especialmente en transferencias y funcionamiento.
- Aumentar ingresos de manera sostenible, evitando cargas que desincentiven la inversión.
- Evitar depender de “soluciones de corto plazo” como rezagos presupuestales o alivios contables.
La estabilidad fiscal, sostiene Anif, es condición indispensable para preservar la estabilidad macroeconómica, recuperar confianza inversionista y garantizar que el país pueda seguir accediendo al crédito en condiciones favorables.

