Cali, diciembre 4 de 2024. Actualizado: miércoles, diciembre 4, 2024 20:06
En “Mi talento es negocio” hablamos de inteligencia artificial
La IA y los derechos de autor en la industria literaria
Mi Talento de Negocio un evento organizado por el Diario Occidente y la Gobernación del Valle, todos los años trae un tema relevante para nuestros empresarios que nos siguen y este año hemos decidido hablar de inteligencia artificial.
Para cerrar este evento hemos invitado al profesor Álvaro Cabezas investigador de la Universidad Internacional de La Rioja, quien se encarga de un área muy específica que es el incentivación de la calidad del investigador:
¿Podría explicarnos en qué consiste el área de incentivación de la calidad dentro de la Universidad Internacional de La Rioja?
Claro. Nosotros somos parte de la Vicerrectoría de Investigación de la Universidad Internacional de La Rioja.
Nuestra función principal es apoyar a los investigadores y profesores para que sus investigaciones tengan mayor relevancia y un impacto académico y social más amplio.
Les brindamos herramientas para mejorar la calidad y la difusión de sus trabajos en diversas áreas, ya sean Humanidades, Ciencias Sociales o Ingenierías.
En cuanto a la inteligencia artificial, ¿cómo se está abordando este tema, especialmente en la industria literaria?
Una de las líneas de investigación en la que estoy involucrado es la prospectiva de la Comunicación Multimedia.
Estudiamos cómo la inteligencia artificial generativa está afectando la producción literaria y académica.
Herramientas como ChatGPT, que permiten generar contenido a partir de simples comandos, han tenido un gran impacto.
La gente está utilizando estas tecnologías para crear tanto libros de ficción como de no ficción.
Sin embargo, en muchos casos, no se revela si estos textos fueron generados por una máquina o por una persona, lo cual creo que es información esencial que los lectores deben conocer al elegir qué leer.
¿Qué desafíos surgen en relación a los derechos de autor y el uso de estas herramientas?
Efectivamente, uno de los principales problemas es el uso de contenido con derechos de autor.
Inicialmente, las herramientas de inteligencia artificial recolectaban información de la web, incluyendo material protegido.
Ahora, las grandes empresas y las instituciones están comenzando a regular este uso.
Por ejemplo, Microsoft ha llegado a acuerdos con editoras académicas para poder usar artículos científicos y alimentarlos en programas de inteligencia artificial.
Sin embargo, el proceso aún está en una fase de transición, y no en todos los países o sectores hay una regulación clara sobre el uso de contenidos protegidos.
¿Se ha logrado ordenar esta situación en la industria literaria?
Todavía estamos en una fase de transición. Al principio, el uso de contenido con derechos de autor era desordenado, similar al “salvaje oeste”.
Ahora, las grandes corporaciones están buscando acuerdos para establecer reglas claras, pero aún existen muchas críticas sobre cómo las empresas utilizan el contenido sin compensar a los autores.
La situación sigue siendo compleja, especialmente en cuanto a la utilización de derechos de autor.
¿Existen casos donde la inteligencia artificial esté generando contenido en el estilo de autores fallecidos?
Sí, hemos visto casos donde obras publicadas recientemente tienen características que podrían indicar que fueron generadas por inteligencia artificial.
Algunos incluso especulan que ciertos textos que se presentan como manuscritos póstumos de autores fallecidos podrían haber sido creados por estas herramientas. Es difícil confirmar, pero el tema está en discusión.
¿Cómo podemos reconocer un texto generado por inteligencia artificial?
En esta fase actual, es relativamente fácil identificar cuando un texto ha sido generado por una IA, sobre todo si el contenido es sintético, carece de emociones y presenta una estructura repetitiva.
Sin embargo, cuando los autores editan y refinan los textos generados por la IA, la detección se vuelve más difícil.
En esos casos, la herramienta se utiliza como una base, y el contenido es ajustado para adaptarlo a un tono más específico o académico.
¿Es posible que la inteligencia artificial sea útil para la creación literaria?
Soy escéptico en cuanto a la creación literaria. La literatura y la ficción se basan en emociones y sorpresas, elementos que las herramientas de IA no logran replicar adecuadamente.
Estas tecnologías aún carecen de la capacidad para generar textos que puedan emocionar o sorprender de la misma manera que lo haría un escritor humano.
No obstante, en el futuro, podría haber avances, pero por ahora me parece difícil que una IA pueda producir una obra literaria conmovedora.
¿Cómo ve el futuro de la inteligencia artificial en la literatura?
Aunque ahora mismo las herramientas de IA no parecen ser una amenaza para los escritores de ficción, es posible que en el futuro se desarrollen tecnologías más avanzadas que puedan crear contenido literario que conecte emocionalmente con los lectores.
Sin embargo, por ahora, creo que la creatividad humana seguirá siendo insustituible en este campo.
¿Cuál es el principal reto que enfrenta la industria editorial con el uso de inteligencia artificial?
El reto principal es combinar las herramientas de inteligencia artificial, que están disponibles para cualquiera, con la calidad literaria y la calidad general de las obras.
No podemos prohibir estas herramientas, pero sí podemos exigir transparencia y honestidad a los autores y editoriales que las usen.
La clave está en aprender a convivir con ellas y utilizarlas de manera que mejoren la eficiencia del trabajo en la industria editorial, no solo en la creación, sino también en la distribución y el análisis de datos.
¿Cómo se puede garantizar que la inteligencia artificial sea una herramienta útil y no un reemplazo del trabajo creativo?
La clave está en tratar a la inteligencia artificial como una herramienta que apoya el trabajo, pero no como un sustituto de la creatividad.
Debemos asegurarnos de que la IA se utilice para facilitar tareas y mejorar la eficiencia, pero sin dejar de lado la intervención humana en los aspectos más creativos y de contenido.
¿Cuál es el siguiente paso ético para combinar inteligencia artificial y producción literaria?
Lo más importante es la transparencia. Todos los actores en la cadena editorial, especialmente en la parte creativa, deben ser transparentes sobre el uso de la inteligencia artificial.
Los lectores deben saber hasta qué punto una obra ha sido influenciada por la tecnología y qué porcentaje del contenido ha sido creado por una máquina en lugar de un autor humano.
¿Cree que en el futuro será más difícil distinguir entre libros escritos por humanos y por máquinas?
Sí, efectivamente. Estamos en una fase temprana de estas tecnologías, y actualmente es posible identificar si un texto ha sido creado por una inteligencia artificial.
Sin embargo, con el tiempo, es probable que sea cada vez más difícil hacer esta distinción, especialmente a medida que las herramientas se perfeccionen.
Es un campo emocionante y en constante evolución, que cambiará la forma en que percibimos la producción literaria.
Al final, ¿Cuál es el papel de los lectores en este proceso?
Como lectores, tenemos un papel importante en exigir calidad.
Debemos demandar que lo que leemos sea un producto bien ejecutado, bien editado y que no se limite a seguir patrones repetitivos.
Queremos obras que nos estimulen, nos entretengan y nos ofrezcan creatividad, y esa exigencia debería guiar nuestras decisiones como consumidores literarios.